La vuelta al trabajo tras las vacaciones de año nuevo en China ha llevado a muchos de los residentes a salir a la calle con improvisados y extraños métodos de protección frente al coronavirus. Ya no solo se cubren con mascarillas, sino también con bolsas de plástico ante el miedo al contagio.
Pero no solo los que vuelven al trabajo están preocupados por protegerse ante el coronavirus, los más pequeño o los que han tenido que viajar o moverse en transporte público han echado mano incluso de grandes botellas para proteger sus caras.
Además, entre estas medidas de prevención frente a la epidemia que ya ha causado más de 900 muertos y cerca de 40.000 afectados, se ha hecho uso de grandes cañones para desinfectar las calles.
De la situación de esta epidemia ha estado informando en directo desde Wuhan el periodista chino Chen Qiushi, hasta que desapareció el pasado jueves. Las autoridades aseguran que está en cuarentena forzosa, una versión que no se cree su familia, que asegura que estaba sano.