Israel ha lanzado este jueves el peor ataque en Cisjordania en dos décadas. El bombardeo sobre esta zona palestina ha destruido dos edificios y ha causado, al menos, 18 muertos, en un campamento de refugiados ubicado en Tulkarem. Israel asegura que siete de ellos eran supuestos "terroristas", lo que significa que ha matado a 11 inocentes.

Ha sido el Ministerio de Sanidad de la Autoridad Palestina quien ha denunciado este jueves la muerte de 18 personas tras bombardeo perpetrado por el Ejército de Israel en un campamento de refugiados ubicado en la ciudad de Tulkarem, en Cisjordania. Un bombardeo que la oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas ha pedido investigar por "ilegal". "Este incidente es otro ejemplo claro del recurso sistemático de las fuerzas israelíes a la fuerza letal en Cisjordania, que con frecuencia es innecesario, desproporcionado y, por lo tanto, ilegal", ha indicado la oficina en un comunicado.

El Ejército israelí ha bombardeado una conocida café ubicado en el barrio de Al Hamam, dejando decenas de heridos, en una zona concurrida, donde viven decenas de familias refugiadas, civiles. Numerosos vehículos de los equipos de emergencia han acudido al lugar y han trasladado a las víctimas al Hospital Gubernamental Mártir Dr. Thabet Thabet.

Nimer Fayad, dueño de la cafetería, ha asegurado que en el interior de la cafetería "había varios jóvenes civiles y los clientes habituales que van a comer y a tomar algo". Desde el 7 octubre habían atacado Cisjordania con artillería o drones, pero es la primera vez que usan aviones de combate.

Israel mató en el ataque a una niña de 3 años

Israel reconoce el bombardeo, pero asegura que el objetivo era un comandante de Hamás y miembros de la milicia, pero también han matado a Sham. Es una niña de tan solo 3 años que está entre las 18 víctimas mortales, y que sus familiares lloran en una morgue al límite de sus capacidades.

El portavoz de la Presidencia de la Autoridad Palestina, Nabil abú Rudeina, ha condenado poco después "la masacre" y ha responsabilizado "plenamente" al Gobierno del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de las "repercusiones de este atroz crimen" contra el pueblo palestino.

Según el Ejército israelí, entre los fallecidos está Ghaith Radwan, a quien atribuyen un cargo importante dentro de Yihad Islámica. No obstante, medios palestinos apuntan a que formaría parte de la Brigada de los Mártires de Al Aqsa, el escindido brazo armado del principal partido de la Autoridad Palestina, Al Fatah.

El Ejército ha recalcado que el objetivo principal de su operación era un comandante de Hamás, Zahi Yaser Abdelrazaq Ufi, que según informaciones de la Inteligencia israelí, estaba preparando un ataque terrorista con motivo del aniversario del inicio de la ofensiva israelí contra la Franja de Gaza el 7 de octubre.