Israel ha vuelto a atacar otro campo de refugiados palestino y ha dejado al menos 40 muertos, según las autoridades de Hamás. Esta vez ha sido en Al Maghazi, el centro de la Franja más alejado del norte, donde se supone que se concentran los ataques israelíes. Además, también se han producido ataques cerca del hospital de Al-Quds.Y en el campo de refugiados de Yabalia han perdido uno de los depósitos de agua por un ataque.

De esta forma, las operaciones militares israelíes en el norte de la franja continúan. Aviones del israelíes han atacado también otros barrios situados en el norte y el oeste de Gaza, donde han empleado bombas de fósforo blanco, prohibidas internacionalmente.

Esta mañana han abierto la carretera que conecta con el sur para permitir a los gazatíes huir, aunque la ciudad de Gaza sigue asediada. "La Franja de Gaza casi, si no lo está en la práctica, está partida en dos, y la idea es que la ciudad va a quedar separada, aislada del resto de la Franja, va a quedar absolutamente cercada, y ahora la pregunta es qué va a pasar con la gente, con los civiles que estaban dentro", expresó Jesús Manuel Pérez Triana en laSexta Xplica.

Allí, las tropas estarían manteniendo combates urbanos con los militantes de Hamás. El ministro de Defensa israelí ha llegado incluso a ofrecer una "recompensa" a los propios palestinos si le entregan al líder del grupo islamista. "Llegaremos hasta él. Llegaremos hasta Yihyeh Sinwar y lo asesinaremos. Les digo a los habitantes de Gaza que si llegan primero, acortarán esta guerra", declaró Yoav Gallant, ministro de Defensa de Israel.

Sin embargo, para algunos expertos, el objetivo de la campaña israelí es más ambicioso: "Tenemos información cada vez más recurrente de altos cargos israelíes, incluidos miembros del Gobierno muy importantes, que sugieren que lo que quieren hacer en Gaza básicamente es quedarse un trozo de la franja", señaló Blas Moreno, codirector de 'El Orden Mundial' en laSexta Xplica. De esta forma, su objetivo iría mucho más allá de la destrucción de Hamás.

Al menos 9.500 personas han fallecido en la Franja, entre ellas unos 3.900 niños, como consecuencia de la ofensiva lanzada por las fuerzas de Israel como respuesta a los ataques de Hamás del 7 de octubre, según un nuevo balance divulgado por el Ministerio de Sanidad de Gaza.