Ya son al menos 93 los muertos en las últimas horas en Bangladesh. Entre los fallecidos hay 13 policías, que fueron linchados en el asalto a una comisaría. Las protestas, que comenzaron hace un mes para cambiar el sistema de acceso a los empleos públicos, han llevado al gobierno a declarar un toque de queda indefinido en todo el país.
El distrito oriental de Feni registró el mayor número de fallecidos, cinco. Cuatro personas, incluyendo un funcionario y su guardaespaldas, murieron en el distrito norteño de Rangpur. Los enfrentamientos en la capital bangladesí, como en muchas otras zonas del país, transformaron este domingo la ciudad en una zona de guerra por los violentos choques entre manifestantes y partidarios de Hasina, muchos de los cuales portaban palos y tubos de metal.
Ante la escalada de violencia, el Ministerio del Interior reimpuso un toque de queda al anochecer en todas las ciudades del país, así como un bloqueo de las redes de telecomunicaciones. El Movimiento Estudiantil Contra la Discriminación exige, desde principios de julio, el final de las plazas reservadas en las ofertas de empleo público para los descendientes de los luchadores por la libertad en la guerra de independencia de 1971.
Inicialmente pacíficas, las protestas desencadenaron en violencia a mediados del pasado mes, tras ataques de los seguidores del Gobierno y después de que Hasina comparara a los estudiantes con un grupo que colaboró con Pakistán para tratar de impedir la separación de Bangladés.