Las autoridades indonesias elevaron el número de fallecidos a 16 y de heridos a 355 por el terremoto de magnitud 6,4 y las posteriores réplicas que sacudieron ayer la turística isla indonesia de Lombok y provocaron daños en cerca de 1.500 edificios.
El portavoz de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres (BNPB), Sutopo Purwo Nugroho, indicó en rueda de prensa que cerca de 5.000 personas han tenido que ser acogidas en refugios tras colapsar sus hogares y por el miedo a las más de 120 réplicas registradas.
Una de las víctimas mortales es de nacionalidad malasia y el resto son indonesios que murieron al derrumbarse las estructuras donde se encontraban en el norte y noreste de la isla.
El terremoto causó daños graves en siete escuelas, cinco hospitales y 22 centros religiosos, aunque no afectó en general las infraestructuras de carreteras, electricidad y telecomunicaciones.
El seísmo pudo sentirse también en las vecinas islas de Bali, al oeste de Lombok y principal destino turístico del país, y Sumbawa, al este del hipocentro.
La víctima mortal de nacionalidad malasia es una mujer de 30 años que falleció al derrumbarse el edificio donde se alojaba y tenía previsto ascender, junto a otros montañeros, el volcán Rinjani.
En el volcán en activo, más de 650 personas permanecen atrapadas, entre ellas al menos 150 extranjeros, tras quedar cortados los accesos por avalanchas de tierra y resultar dañado uno de los puentes que servía de entrada a la zona. Sutopo indicó que las autoridades indonesias llevan a cabo las operaciones de evacuación hoy.