Al menos nueve personas han quedado atrapadas este martes en una mina de oro en la provincia turca de Erzincan, tras un deslizamiento de tierra que además amenaza con causar un desastre ecológico por la probable liberación de sustancias tóxicas hacia el río Éufrates, según la prensa turca.

El ministro del Interior, Ali Yerlikaya, ha confirmado en que la Presidencia de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD) ha movilizado a un total de 400 rescatistas para las labores de búsqueda de los mineros. Por su parte, el gobernador de Erzincan, Hamza Aydogdu, ha subrayado que "lo importante ahora es llegar rápidamente a los ciudadanos que han quedado atrapados y sacarles de forma segura", según recoge la agencia de noticias Anatolia.

El deslizamiento de tierra se ha producido en una mina a cielo abierto cerca del embalse de Bagistas, a unos 90 kilómetros de la ciudad de Erzincan, en el este de Turquía. "Hay trabajadores de la mina sepultados", confirmaba a la cadena 'NTV' el gobernador, sin detallar cuántos, mientras el alcalde de Erzincan, Bekir Aksun precisó que "al menos nueve obreros" habían quedado atrapados.

Un vídeo difundido por la citada cadena muestra una enorme masa de tierra que se desprende de una colina y luego avanza en estado líquido con rapidez por un estrecho valle.

La empresa que gestiona la mina, Anagold, ha señalado en un comunicado que trabaja para minimizar los efectos de este "doloroso" incidente, según el portal de noticias 'Hurriyet Daily News'. Además, ha precisado que el corrimiento de tierra se produjo en un espacio donde los minerales auríferos quedan acumulados a cielo abierto y sometidos a un baño con cianuro para separar el oro de la piedra.

La compañía, propiedad en un 80% de la multinacional SSR Mining, asegura que hace todo lo posible para una rápida intervención de rescate, sin precisar un posible número de víctimas ni consecuencias ambientales. La mina opera desde 2010 y según SSR Mining tiene unas reservas de 3,2 millones de onzas de oro.

El ministro de Justicia, Yilmaz Tunc, ha anunciado la apertura de una investigación judicial. La mina Erzincan, en la que trabajan más de 600 personas, ya sufrió una fuga de cianuro en 2022, tras lo que quedaron paralizadas sus actividades brevemente.