Al menos 40 personas, la mayoría mujeres y niños, murieron por asfixia en un ataque químico contra la ciudad de Duma, el último bastión rebelde a las afueras de Damasco, informó la ONG Cascos Blancos, dedicada al rescate de víctimas en zonas bajo el control de la oposición.
La organización no gubernamental, que mostró fotos de cadáveres, muchos de ellos de niños, agregó que cientos de personas fueron afectadas por el ataque y denunció la carencia de estructuras médicas en la ciudad.
Según los Cascos Blancos, "un helicóptero arrojó un barril bomba que contenía un agente químico sobre Duma". La agencia oficial siria, SANA, ha negado, por su parte, cualquier responsabilidad de las fuerzas sirias y ha asegurado que "las denuncias del uso de sustancias químicas en Duma son un intento claro de impedir el progreso del Ejército", que comenzó una ofensiva contra los rebeldes en esta zona.
"Familias enteras en refugios han sido gaseadas hasta la muerte en Duma, en Guta Oriental, escondidas en bodegas, sofocadas por el gas venenoso", aseguró la ONG Cascos Blancos en un mensaje por Twitter en el que aseguró que las labores de rescate estaban en marcha.
Las fuerzas del régimen sirio comenzaron un ataque terrestre apoyado por fuego de artillería y decenas de incursiones aéreas que ha causado la muerte de al menos 82 personas, 42 ellas fallecidas. La ofensiva se produjo tras el fracaso de las negociaciones entre los rebeldes y Rusia, aliada del régimen sirio, para la capitulación de la localidad.
El coordinador general de la Comisión Suprema para las Negociaciones, la principal alianza opositora, Naser Hariri, ha condenado el ataque en un mensaje en su cuenta de Twitter en el que ha subrayado que esta acción es una nueva afrenta contra la ley internacional y las líneas rojas.