Schulz ha señalado que deberían romperse las negociaciones de adhesión, aún formalmente abierto. En respuesta, Merkel ha aseverado que "está claro que Turquía no debe convertirse en miembro de la UE" y ha anunciado que tratará esta cuestión con otros dirigentes europeos para "lograr una posición conjunta y poner fin a las negociaciones de adhesión". Estas declaraciones llegan después de que se diera a conocer que otros dos ciudadanos alemanes fueron detenidos en Turquía, con lo que los germanos arrestados ya suman 55.
Hace meses se suceden las acusaciones entre ambas administraciones debido a la campaña electoral de Ankara para el referéndum presidencial y a las continuas encarcelaciones de alemanes. Atrás quedaron los tímidos avances logrados el último año después de que estallara la crisis entre los dos países en junio de 2016, cuando el Parlamento alemán aprobó una resolución que calificaba como genocidio la masacre sufrida por los armenios a manos del Imperio Otomano durante la Primera Guerra Mundial.
La marcada deriva autocrática e islamista de la que es acusado el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, desde que tuvo lugar el intento de golpe de Estado en Turquía en julio de 2016 tampoco ayudó a limar asperezas en los últimos meses.
Merkel, por su parte, ha defendido durante el debate la gestión de su Gobierno de la crisis de los refugiados en su punto más álgido en septiembre de 2015 frente a las críticas de Schulz. "Fue la decisión correcta", ha señalado la líder de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) en el debate. "Se tenía que tomar una decisión", ha afirmado en referencia a la decisión de mantener las fronteras abiertas pese a los miles de refugiados que llegaban desde Hungría.
"El gobierno húngaro no estaba dispuesto a mostrar solidaridad", ha recordado Merkel. "La situación era muy dramática (...). El Gobierno alemán actuó de acuerdo con la Constitución: La dignidad de las personas es inviolable", ha apostillado.
Schulz, que se encuentra muy por detrás de Merkel en los sondeos, acusó a la canciller alemana de tomar la decisión sin hablar con sus vecinos europeos. "Merkel dijo en una entrevista reciente que volvería a hacer lo mismo que en 2015 y eso es algo que no aconsejaría hacer", ha argumetnado. "Se necesitaba una solución europea", ha defendido. "Me gustaría que dijera que hubo algunas cosas que no se hicieron bien", ha reprochado Schulz ante la insistencia de Merkel.