Una avanzada de la caravana de migrantes hondureños se adentró en México por la frontera con Guatemala, donde fueron recibidos por un dispositivo de policías, agentes de migración y organismos de derechos humanos.
Los primeros migrantes cruzaron el puente fronterizo de Tecún Umán (Guatemala) y Ciudad Hidalgo (México), y algunos más utilizaron barcazas para cruzar el río Suchiate, informóe la organización Pueblo Sin Fronteras. "Tenemos entendido que no han cruzado grandes contingentes", dijo Gina Garibo, de Pueblo Sin Fronteras, antes de dejar en claro que ellos no promueven la caravana aunque están a la expectativa para "que no haya represión ni violencia" y estarán pendientes de cualquier violación que se pueda presentar.
La mayor parte de la caravana de migrantes, unos 3.000 hondureños, permanece todavía en territorio de Guatemala. Garibo denunció que tras iniciar el cruce de migrantes, las autoridades de México detuvieron de manera violenta al mexicano Irineo Mujica, quien apoya a la caravana, durante una manifestación pacífica en Ciudad Hidalgo.
"Mujica es un claro ejemplo de la criminalización de los activistas de derechos humanos", afirmó esta integrante de Pueblo Sin Fronteras al sostener que él solo ejercía sus derechos y participaba en una manifestación.
Aseguró que la violencia con la que ha tenido lugar la detención "habla de que la terrible crisis de derechos humanos es muy grave y hay que ponerle atención". La activista exigió a las autoridades mexicanas garantías de respeto a la integridad física y emocional y derechos humanos de Irineo Mujica.
La caravana de migrantes hondureños salió el pasado 13 de octubre de San Pedro Sula con la intención de llegar a México para continuar después a Estados Unidos. El Gobierno de México confirmó en un comunicado de la Secretaría de Relaciones Exteriores que este día se han comenzado a recibir y a atender las primeras peticiones de refugio de los miembros de la caravana.
Las autoridades mexicanas enviaron a su frontera sur a oficiales de la Policía Federal para acompañar un operativo del Instituto Nacional de Migración, que incluye la observación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
Desde el miércoles en la mañana llegaron a la frontera de México con Guatemala unos 240 agentes de la Policía Federal a bordo de dos aviones Boeing 727 de la corporación que aterrizaron en Tapachula, según reportaron medios locales.
"Nuestra presencia obedece a la apuesta por una migración segura y regular", dijo a Foro TV el comisionado de este cuerpo, Manelich Castilla. "Desde el principio estamos pensando en un ejercicio de contención que privilegie los derechos humanos de los migrantes. De ninguna manera estamos para reprimir; estamos para auxiliar", argumentó el comisionado.