Un pinchazo puede salvar a los pequeños africanos de la malaria o paludismo, una enfermedad que cada año mata a más de 400.000 personas; la mayoría menores de dicho continente que no superan los cinco años.
Un total de 360.000 niños y niñas malauíes recibirán en esta primera fase la "RTSS" o "Mosquirix". Es el primer programa de vacunación masiva contra esta enfermedad, transmitida por un insecto. Se trata de todo un logro de 30 años de investigación, en los que España ha sido motor fundamental.
Pedro Alonso, Director del Programa Global Contra la malaria, ha asegurado que "es un día histórico": "La búsqueda de vacunas contra la malaria tiene cerca de un siglo. Es un organismo muy complejo, no un virus o una bacteria".
Es una vacuna imperfecta todavía, admiten: sólo un tercio de los inoculados con ella se inmunizan totalmente. Pero habida cuenta de que el paludismo es uno de los males más mortíferos para el ser humano, la 'MosqAfuirix' puede salvar miles de pequeñas vidas.
Primero en Malaui, pero también en Kenia y Ghana, donde la malaria se ceba. El objetivo es probarla en hasta dos millones de niños y niñas en los próximos cinco años.