Unos 200 militares del Ejército británico, la mitad de ellos conductores, han empezado este lunes a transportar combustible a las gasolineras del Reino Unido, a fin de paliar la falta de transportistas, que ha provocado desabastecimiento y largas filas para repostar.
Los soldados, que estaban en alerta desde la semana pasada, se concentrarán primero en las áreas más afectadas de Londres y el sur de Inglaterra, en la llamada Operación Escalin, que se diseñó en un principio para afrontar una posible escasez tras la salida del país de la Unión Europea (UE) el 31 de enero de 2020, indicó un portavoz gubernamental.
El portavoz señaló que "hay indicios de mejora en el nivel medio de existencias" de las estaciones de servicio y además "la demanda se sigue estabilizando". Los efectivos pertenecen al tercer Regimiento de apoyo logístico y han sido formados en la distribución de gasolina por la empresa Hoyers de Thurrock, en el condado inglés de Essex.
La semana pasada, el Gobierno ya autorizó el uso de camiones cisterna estatales, conducidos por civiles, para colaborar en el suministro de combustible, pues, aunque hay suficientes reservas en las refinerías, éste no llega a los surtidores por falta de transportistas.
Para afrontar el déficit de unos 100.000 camioneros -presente también en Europa pero agravado en este país por el Brexit-, el Ejecutivo conservador concederá 5.000 visados temporales a extranjeros.
El primer ministro, Boris Johnson, que estos días participa en el congreso anual de su partido, subrayó el domingo que no recurrirá a "la inmigracion descontrolada" para subsanar la falta de mano de obra, que se extiende a otros sectores, como el agrícola y la hostelería.
¿Por qué hay desabastecimiento de combustible en Reino Unido?
Los surtidores de combustible de centenares de gasolineras en Reino Unido están secos. Uno de los detonantes de la crisis es que cerca de 20.000 conductores europeos han regresado a sus países de origen, según la Asociación de Transporte por Carretera británica. Con la salida del Reino Unido de la Unión Europea, las empresas británicas ya no pueden contratar a comunitarios sin un permiso de trabajo. La pandemia, además, ha impedido que se expidieran miles de nuevas licencias para transportistas en los últimos meses.
Esta asociación lleva advirtiendo desde este verano que en el país faltan unos 100.000 conductores para hacer frente a las necesidades de transporte, no solo de combustibles, sino de cualquier tipo de mercancía.