Misión: salvar vidas
'Mission Kharkiv', el proyecto que ha conseguido distribuir medicamentos casi inaccesibles entre los ucranianos
Ayudas a los afectados Ros Filippenko es el fundador de este proyecto que ha logrado que farmacéuticas y ONG le proporcionen medicamentos para la población ucraniana durante la guerra.
![Ros Filippenko, fundador de 'Mission Krakiv' Ros Filippenko, fundador de 'Mission Krakiv'](https://fotografias.lasexta.com/clipping/cmsimages01/2025/02/15/FA29312C-3C26-4A19-BB46-8981DCDB9B1F/ros-filippenko-fundador-mission-krakiv_160.jpg?crop=1920,1080,x0,y0&width=544&height=306&optimize=low&format=webply)
Cerca de los 1.100 días de guerra en Ucrania, el gobierno sigue teniendo problemas para poder asistir a todas las necesidades de la población mientras persisten los ataques rusos. Por ello, algunos inician sus propios proyectos para poder ayudar a los que lo necesitan y es el caso de Ros Filippenko.
LaSexta ha acompañado a este joven a un sótano en Járkiv, lugar a cuatro metros bajo tierra que ha convertido en un almacén de medicamentos. "Al segundo que lo vi, se me ocurrió la idea de transformarlo en un búnker. Aquí es donde conservamos la medicación que mucha gente necesita en Járkiv", explica el creador de 'Mission Kharkiv'.
Al inicio de la invasión rusa, tuvo que detener sus estudios de matemáticas y se puso manos a la obra con este proyecto. "Me acerqué al hospital más cercano que tenía. Pregunté por la lista de medicamentos que necesitaban y los intenté conseguir en España", explica.
De hecho, su primera petición pública de ayuda la hizo en Al Rojo Vivo, en laSexta. Y desde entonces ha conseguido hacer lo que ni el gobierno ucraniano ha logrado: proporcionar medicamentos casi inaccesibles a la población. Farmacéuticas y ONG le confían medicación crítica, de precios muy elevados y muy difíciles de conservar. En las cámaras saben que estarán a salvo, incluso, de los cortes de electricidad.
"Nosotros no tenemos medios. Si no fuera por 'Mission Kharkiv', no habría podido hacer estas quince sesiones de quimioterapia", explica una paciente que ha podido tratarse gracias a Filippenko.
En total, han repartido 150 toneladas de medicamentos, abastecido a una treintena de hospitales y completado 2.500 tratamientos de quimioterapia. "Las cuatro primeras sesiones me las costeé yo, todavía no sé cómo. A partir de la quinta, me pude quitar esa preocupación de encima", agradece otro paciente.
"Un medicamento puede ser cuatro veces el salario medio o cinco veces el salario medio. Y para un tratamiento un paciente suele necesitar cinco o seis dosis", añade Filippenko. Por ello, confía en poder seguir recibiendo donaciones para continuar salvando vidas.