Desconcierto por la explosión este jueves en Bélgorod, cerca de la frontera con Ucrania, pero en Rusia. El causante del incidente ha sido un caza de la propia Rusia, un SU-34, cuya munición se habría precipitado por error, debido a un fallo durante el vuelo.
Se desconocen las causas del incidente pero el Ministerio de Defensa ruso ha confirmado que no se trata de una agresión ucraniana. Este autoataque es, según su eufemismo, un "descenso anormal de munición aérea".
Una cámara de seguridad ha captado el momento en el que primero se produce una pequeña explosión y segundos más tarde, la calzada sale por los aires creando una gran bola de fuego.
La explosión ha provocado un socavón de 20 metros de diámetro y hay al menos 3 personas heridas según confirma el gobernador de la región, Vyacheslav Gladkov: "Una persona rechazó la hospitalización, un residente fue diagnosticado con una lesión craneoencefálica y una mujer fue hospitalizada y ahora está bajo supervisión médica. Gracias a Dios no hay muertos".
Un coche que pasaba justo por la zona donde ha caído la munición ha salido volando hasta el tejado de una tienda cercana. Los edificios aledaños sufren importantes desperfectos y los vecinos de Bélgorod, como Svetlana, no dan crédito: "Ya estaba en la cama. La explosión fue tan fuerte que pegué un salto. Dije: '¿Qué ha sido eso?' No esperaba que nos atacaran".
Con todo lleno de escombros, dotaciones de bomberos y excavadoras tratan de arreglar este desastre causado por la aviación de Putin.