Líder de la ultraderecha

Muere a los 96 años Jean-Marie Le Pen, fundador del partido de extrema derecha francés Frente Nacional

Los detalles Jean-Marie Le Pen, nacionalista sin complejos y fundador del partido de extrema derecha francés Frente Nacional (Front National), ha muerto a los 96 años, según informan este martes los medios de comunicación franceses y han confirmado fuentes de su familia.

El expresidente del Frente Nacional (FN) Jean-Marie Le Pen | Foto de archivo

Jean-Marie Le Pen, nacionalista sin complejos y fundador del partido de extrema derecha francés Frente Nacional (Front National), ha muerto a los 96 años, según informan este martes los medios de comunicación franceses y han confirmado fuentes de su familia.

La noticia cogió por sorpresa a su hija y sucesora de su obra política, Marine LePen, que se encontraba de vuelta a París desde el archipiélago francés de Mayotte, en el Índico, que fue informada por los periodistas, ha indicado un enviado especial de France Info que viajaba con ella en el avión.

El veterano político, que logró en 2002 un histórico paso a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, puso fin en 2011 a cuatro décadas de presidencia del Frente Nacional para ceder el bastón de mando a su hija, Marine Le Pen, que rebautizó el partido -ahora llamado Agrupación Nacional- con vistas a alcanzar nuevas cotas de poder.

Le Pen se retiró teóricamente de la vida política en el año 2015, cuando fue expulsado del partido que en su día fundó por sus opiniones antisemitas y negacionistas del Holocausto. Llegó a decir que las cámaras de gas de la Alemania nazi fueron "un detalle en la historia de la Segunda Guerra Mundial".

El presidente de Agrupación Nacional, Jordan Bardella, ha lamentado la muerte de Jean Marie Le Pen, un hombre que "siempre ha servido a Francia, defendido su identidad y su soberanía". A través de las redes sociales, ha expresado su pésame a la familia, en particular a su compañera Marine Le Pen.

Un dirigente que inspiró a la ultraderecha europea

Jean-Marie Le Pen ha pasado a la historia de la política francesa y europea por haber resucitado a la ultraderecha ya que la inmigración sea desde hace hace años una de las principales preocupaciones de los electores. Él también fue un inspirador de movimientos europeos ultranacionalistas y xenófobos, hasta tal punto que lideran hoy gobiernos como el de Italia.

Nacido el 20 de junio de 1928 en La Trinité-sur-Mer (Bretaña), de un padre pescador y una madre agricultora, Le Pen tuvo una larga carrera política, con su culmen en 2002, cuando disputó la presidencia a Jacques Chirac al pasar a la segunda vuelta electoral. Su salud había comenzado a flaquear desde hacía tiempo y, de hecho, llevaba años apartado de la primera línea por la ruptura política con su hija Marine a mediados de la década pasada, con la que vendió las paces más tarde.

En más de medio siglo de actividad política, las declaraciones racistas, negacionistas y antisemitas del patriarca Le Pen le acarrearon varias condenas judiciales, por lo que tomaron con frecuencia las primeras páginas de los periódicos, una notoriedad que supo usar a su favor. El FN que fundó en 1972 era una formación marginal y extremista que ha dado lugar a la RN, transformado por Marine Le Pen en el primer partido en Francia en número de votos (más de once millones) en las elecciones europeas y legislativas celebradas en 2024.

Fruto de esa pujanza, Le Pen hija ha disputado dos finales en las presidenciales (en 2017 y 2022) que en ambos casos perdió ante Emmanuel Macron.

La inmigración como mensaje repulsivo

El mayor logro del patriarca Le Pen fue el conseguir que el freno a la inmigración fuera una prioridad en la agenda política. Le Pen influyó desde su cargo de diputado nacional (1956-62 y de 1986-1988) y eurodiputado (1984-2019), pues nunca asumió cargo gubernamental. Llegó cerca del poder en 2002, cuando superó al socialista Lionel Jospin y pasó a la segunda vuelta de las presidenciales francesas, en las que resultó claramente derrotado por el conservador Jacques Chirac. Su segundo puesto en la primera vuelta creó un terremoto político, y millones de franceses salieron a las calles a protestar contra sus ideas.

De esa movilización contra la ultraderecha, que también se manifestó en su aislamiento político mediante el llamado 'cordón sanitario' (para evitar que ningún otro partido pactara con el FN), queda cada vez menos, en un país en el que muchas de las ideas. de Le Pen ya se han normalizado. La oleada de atentados yihadistas en Francia entre 2015 y 2017 acrecentaron aún más el sentimiento de inseguridad que sirvió a la ideología ultra del fundador del FN para escalar posiciones. Sus diatribas contra los extranjeros, sobre todos los musulmanes, convencieron a millones de franceses, especialmente en el sur del país, donde se habían instalado cientos de miles de 'pies noirs', los franceses expulsados ​​de Argelia cuando ese país se independizó en 1962.

Las ideas de Le Pen calaron además en el norte de Francia, donde la galopante desindustrialización de los años 80 y 90 dejó un ejército de parados, en parte seducidos por un discurso nacionalpopulista, que relegó al de la lucha de clases de los comunistas. Apartado desde 2015 de la presidencia de honor del FN por su propia hija Marine debido a unas declaraciones que minimizaban las cámaras de gas del Holocausto, Jean-Marie Le Pen criticó la manera "edulcorada" en la que Marine abordaba la inmigración o Europa, en un intento de lo que en Francia se denomina "desdiabolizar" el movimiento y ensanchar su base electoral. "Hay que volver a los fundamentos, a la virilidad", abogaba el patriarca en una entrevista de 2021.