Un niño de 13 años ha fallecido este lunes en Fanning Springs, Florida, después de que una rama cayera sobre su vivienda durante el paso del huracán Debby. La Oficina del Alguacil del condado de Levy confirmó la trágica muerte, ocurrida mientras el ciclón azotaba la región con fuertes vientos y lluvias torrenciales.

El centro de Debby tocó tierra en la mañana del lunes en la localidad de Steinhatchee, en la costa noroeste de Florida, como un huracán de categoría 1, según la escala Saffir-Simpson. Este es el segundo ciclón que golpea la misma zona en menos de un año, tras el devastador huracán Idalia.

Tras impactar en la costa, Debby se degradó a tormenta tropical, pero continúa moviéndose lentamente hacia el noreste a 13 kilómetros por hora, prolongando los efectos de la tormenta en la región. Según el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de EE.UU., se esperan acumulaciones de lluvia que podrían superar los 760 milímetros en algunas áreas, con un mayor riesgo de inundaciones en el noroeste del estado, conocido como el Panhandle.

El gobernador de Florida, Ron DeSantis, ha declarado el estado de emergencia junto con los gobiernos de Georgia y Carolina del Sur, ante el potencial de lluvias históricas y una peligrosa marejada ciclónica que podría elevar el nivel del mar hasta tres metros en algunas zonas.

Además de la pérdida humana, Debby ha provocado importantes interrupciones en la vida cotidiana de Florida. Miles de viviendas permanecen sin electricidad y los principales aeropuertos del estado han tenido que retrasar o cancelar vuelos debido a las condiciones climáticas adversas.

"Habrá mucha agua en todo el estado y veremos los efectos de eso no solo hoy, sino en los días siguientes”", advirtió DeSantis en una rueda de prensa, alertando a los residentes sobre el prolongado impacto del ciclón a lo largo de la semana. Las autoridades instan a la población a mantenerse alerta y seguir las indicaciones de seguridad mientras Debby continúa su avance por la región sureste del país.