El bebé de Shamima Begum, una mujer británica que abandonó el país con 15 años para instalarse en lo que aquel entonces era el 'califato' de Dáesh, ha fallecido, según ha confirmado un portavoz de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS).
Un paramédico citado por la cadena de televisión británica BBC ha indicado que el bebé, que tenía cerca de dos semanas, sufría una infección pulmonar, antes de agregar que murió durante la jornada del jueves.
Poco antes, Mohammed Akunjee, abogado de la familia de Begum, había indicado a través de su cuenta en la red social Twitter que había "informaciones firmes, aunque no confirmadas", sobre la muerte del bebé.
Por su parte, el ministro del Interior británico, Sajid Javid, dijo no saber si el hijo de Begum había muerto. "Obviamente no sé si las informaciones son ciertas o no pero diré que, tristemente, hay probablemente muchos niños totalmente inocentes que han nacido en esta zona de guerra", manifestó.
"No siento otra cosa que simpatía por los niños que se han visto arrastrados a esto. Es un recordatorio de por qué es tan peligroso para cualquiera estar en esta zona de guerra", argumentó, en declaraciones a la BBC.
El propio Javid anunció en febrero que revocaría la nacionalidad británica de Begum, si bien posteriormente dio marcha atrás y resaltó que no tomará ninguna decisión que deje a una persona "apátrida".
Begum, que se habría unido a las filas de Dáesh, dio a mediados de febrero a su tercer hijo --los dos anteriores también fallecieron-- y su caso se ha convertido en paradigma del futuro que deben correr quienes se han alistado como combatientes en Siria y sus familiares.
La joven ha mostrado su intención de regresar a Reino Unido, pero la cadena ITV publicó el 19 de febrero una carta supuestamente remitida a su madre en la que se le informaba de la retirada de la nacionalidad por motivos de seguridad.
Las leyes británicas plantean esta posibilidad en caso de que exista una segunda nacionalidad. Esta segunda opción sería Bangladesh, país del que es originaria su madre, pero el Gobierno del país asiático ya ha respondido que Begum no es una de sus ciudadanas y que, por tanto, no le concederá permiso de entrada en caso de que quiera abandonar Siria.
Begum, que entonces tenía 15 años, Amira Abase, de la misma edad, y Kadiza Sultana, de 16, todas ellas estudiantes de la Bethnal Green Academy, partieron en febrero de 2015 del aeropuerto londinense de Gatwick con destino a Turquía, tras haber dicho a sus padres que se iban a pasar el día.
Una vez en este país, cruzaron la frontera hacia Siria y llegaron a Raqqa, la capital del califato. La mujer fue localizada en febrero en un campamento de desplazados tras abandonar una de las últimas zonas que controlaban los yihadistas en el país árabe.
Donald Trump pide a Europa que retire de Siria a 800 combatientes del Dáesh y los someta a un juicio
La Premio Nobel de la Paz Nadia Murad visita la ciudad de Irak donde fue capturada por Dáesh