El número de contagiados por el coronavirus en el norte de Italia asciende a los 322, entre ellos 11 fallecidos, según ha confirmado el jefe de la Protección Civil, Angelo Borrelli, quien ha señalado que son cifras razonables, que no justifican pasar en la consideración de este virus "de epidemia a pandemia".
Entre las víctimas mortales se encuentra un hombre de 62 años paciente en diálisis que residía en Castiglione d'Adda y fue trasladado al Hospital de Como. Entre las víctimas también hay una paciente oncológica de avanzada edad que permanecía ingresada en un hospital de Brescia y que ha fallecido tras dar positivo en coronavirus.
Además, las autoridades italianas han confirmado que este lunes ha muerto un hombre de 88 años que en la región de Lombardía, al norte del país, y otro anciano de 84 en Bérgamo.
Este domingo también falleció una mujer en Cremona, en la región de Lombardía. Según el concejal de Bienestar Social, esta persona era de avanzada edad, se encontraba hospitalizada en el departamento de oncología de Cremona y había sido diagnosticada del virus.
Estos fallecimientos se han unido al del hombre de 78 años de Vo' Euganeo, en la provincia de Padua (Véneto) y al de una mujer de 77 añosque estuvo en Codogno, pero que falleció el pasado 20 de febrero en su casa por complicaciones respiratorias, aunque dio positivo al virus en una prueba realizada tras su muerte.
El país ya es uno de los más afectados y se ha decretado la alerta roja
Estas cifras han convertido a Italia en uno de los países más afectados por el COVID-19, que se originó en la provincia china de Hubei en el mes de enero. Y es que, en solo 48 horas el país ha sumado más casos que los que se han detectado en toda Europa.
La situación ha generado mucha preocupación entre las autoridades, no solo por el aumento de casos, sino porque todavía no se ha detectado quién es el paciente cero. Esto ha llevado a confinar a 150.000 personas de 11 ciudades, la mayoría en el norte del país, donde se ha registrado el mayor número de casos.
En el país ya se ha decretado el máximo nivel de alerta, que no se activaba desde hace 11 años, en 2009, cuando una epidemia de gripe mató a 252 personas. Esto ha llevado a cancelar al menos cinco partidos de fútbol, el carnaval de Venezia, así como actos públicos que reúnan grandes masas de gente.