Abdel Jalek y Abdel Rahim nacieron en el mismo cuerpo. Sus cabezas compartían riñón, brazos y piernas. Sin embargo, contaban con espinas dorsales, pulmones, corazones y sistemas digestivos separados.

Durante los últimos días, los médicos de Yemen habían pedido ayuda internacional para salvar a los pequeños que permanecían con respiración asistida. Necesitaban ser trasladados fuera de Yemen porque su salud se estaba deteriorando y en el hospital, sin recursos por la guerra, no podía llevar a cabo la operación quirúrgica necesaria para salvar la vida de los pequeños.

Pero el aeropuerto permanece cerrado por el bloqueo impuesto por la coalición liderada por Arabia Saudí. Además, según la Organización de las Naciones Unidas, la intervención militar que comenzó en marzo de 2015, Yemen es el país con la mayor y peor crisis humanitaria del mundo.

Faisal al Babli, uno de los médicos de los pequeños, y responsable del área infantil en el Hospital de Al Thawra, explicó que estaban "buscando financiación y asistencia para que se les pueda proveer los cuidados sanitarios y trasladarlos fuera del Yemen".

Al no poder ser evacuados, los bebés finalmente han fallecido sin que los médicos del hospital pudiesen evitarlo.

Según Unicef, más de 6.700 niños han sido confirmados "muertos o gravemente heridos" en estos últimos cuatro años de guerra.