Alvaro Leiva, secretario de la ANPDH, ha declarado ante una televisión local que los fallecidos perdieron la vida en una serie de ataques por parte fuerzas gubernamentales a la comunidad de Monimbó y la cercana ciudad de Masaya, que estaban bajo asedio desde primera hora del domingo.
"Estamos hablando de más de diez fallecidos en este momento", ha afirmado Leiva. "Es muy importante que el derramamiento de sangre que se está dando en el barrio Monimbó y en la ciudad de Masaya está siendo reforzado todavía por 22 camionetas de fuerzas combinadas que están ingresando", ha añadido, advirtiendo que esa medida podría aumentar la tensión en la zona.
Más tres meses de enfrentamientos entre partidarios de Ortega y manifestantes que piden su dimisión han dejado tras de sí más de 300 muertos, de acuerdo con grupos de derechos humanos, sumiendo al país centroamericano en su mayor crisis política desde el triunfo de la revolución sandinista hace cuatro décadas.
Obispos católicos negociaron la liberación de docenas de estudiantes nicaragüenses que tuvieron que pasar una angustiosa noche dentro de una iglesia en Managua bajo asedio de grupos armados progubernamentales, en el que perdió la vida al menos un joven, de acuerdo a un grupo de derechos civiles.
Tras conocerse lo sucedido en Monimbó y Masaya, a unos 27 kilómetros de la capital Managua, miembros del movimiento de estudiantes que pide la salida de Ortega del poder convocaron una nueva manifestación en apoyo de los jóvenes atrapados.