Al menos siete miembros de una misma familia, seis de ellos niños, murieron al ser alcanzados en su casa por un proyectil en la provincia de Ghazni, en el sur de Afganistán, informó una fuente oficial.
El portavoz del gobernador de la provincia, Arif Noori, responsabilizó a los talibanes por el lanzamiento de morteros contra la casa, situada en Qarabaghi, un barrio de Ghazni, capital de la provincia de mismo nombre. "Seis niños y una mujer murieron y otros tres menores están heridos", indicó el portavoz. Tras el ataque, las fuerzas de seguridad lanzaron una contraofensiva en la zona en la que han sido abatidos 15 insurgentes, agregó Noori.
"Las fuerzas de seguridad lanzaron una operación terrestre y también han efectuado un bombardeo aéreo sobre la zona de la que provino el disparo", dijo el portavoz, que preciso que los insurgentes que dispararon el mortero murieron en el ataque.
Un portavoz talibán, Zabihulá Muyahid, manifestó que el proyectil no fue disparado por este grupo y responsabilizó de los muertos a la OTAN asegurando que bombardearon cuatro casas en esa zona.
Según la misión de las Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA), las víctimas civiles como consecuencia de enfrentamientos terrestres entre los actores del conflicto armado aumentaron un 7% en los primeros nueve meses de 2017 en comparación con 2016. En ese periodo, 2.640 civiles murieron y 5.379 resultaron heridos como consecuencia directa del conflicto.