Las reservas de combustible en la Franja de Gaza están al límite y la tragedia se cierne más si cabe sobre los civiles. El funcionamiento de los hospitales, la distribución de agua y la ayuda humanitaria en general se verán afectados si no llega combustible de forma inminente, alerta la Agencia de las Naciones Unidas para los Palestinos (UNRWA).
El caso más dramático, si es que se puede destacar alguno entre el horror, es el de 130 bebés. Los propios médicos advierten de la catástrofe humanitaria que les acecha. "Las vidas de 130 bebés prematuros de Gaza corren peligro inminente debido a la falta de combustible. El mundo no puede limitarse a mirar cómo mueren estos bebés a causa del asedio a Gaza", denuncia la directora ejecutiva de Medical Aid for Palestinians, Melanie Ward.
Ante esta situación, pide a "los líderes mundiales que exijan a Israel que permita urgentemente la entrada de combustible en los hospitales de Gaza. No actuar es condenar a muerte a estos bebés".
Hay seis unidades de neonatología en los hospitales de Gaza, incluidos los hospitales Shifa y Nasser, donde los médicos que atienden a bebés prematuros ya han hecho pública la petición urgente de combustible para salvar las vidas de los bebés a su cuidado. En esta línea, la UNRWA reitera su llamamiento a todas las partes "y a quienes tengan influencia sobre ellas" para que "permitan inmediatamente el suministro de combustible en la Franja de Gaza y garanticen que el combustible se utiliza estrictamente para evitar un colapso de la respuesta humanitaria".
"Sin electricidad les perderemos a todos en cinco minutos"
Desde el hospital Shifa, uno de los más grandes de Gaza, el jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos de Neonatología describe la situación. "Todos los bebés aquí tienen bajo peso y necesitan cuidados intensivos las 24 horas del día, pero carecemos de medicamentos básicos, como citrato de cafeína y antibióticos como ampicilina, gentamicina y surfactantes. Tenemos ventiladores, pero ahora siete ventiladores no funcionan porque no tenemos los cables adecuados para operarlos. Sólo trabajamos con 10 ventiladores, lo que es una señal clara de que el fracaso de este departamento se avecina", pronostica. Y añade: "Hacemos un llamamiento a todos para que envíen los suministros médicos necesarios para este departamento crítico o, de lo contrario, nos enfrentaremos a una gran catástrofe, especialmente si se corta la electricidad en estos departamentos donde hay 55 bebés: perderemos a todos los que necesitan electricidad en cinco minutos".
Ashraf al-Qidra, portavoz del Ministerio de Salud de Gaza, explica que han derivado el poco combustible que les queda "a los servicios más esenciales para salvar vidas, incluidas las incubadoras, pero no sabemos cuánto tiempo resistirán".
Hospitales al borde del colapso
La UNRWA señala además que Shifa trata actualmente a unos 5.000 pacientes, cuando su capacidad teórica es de 700, a lo que se debe añadir los 45.000 desplazados internos refugiados en las instalaciones. "Gran número de pacientes son tratados en el suelo, al no haber suficientes camas", relata el informe de la agencia humanoitaria de la ONU, en el que se recuerda que los 17 hospitales existentes en el norte de la franja, la zona que Israel ha ordenado evacuar, siguen funcionando por el riesgo que correrían muchos pacientes si fueran trasladados.
Naciones Unidas recuerda también que 16 trabajadores sanitarios han muerto en las hostilidades, además de 29 empleados de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), principal órgano de ayuda humanitaria que aún puede trabajar en Gaza. Esta agencia advirtió el domingo que sólo le queda combustible para los próximos tres días, necesario para alimentar por ejemplo hospitales o plantas desalinizadoras de agua.
Hacinamiento en colegios
El hacinamiento en los hospitales se repite en las escuelas de la UNRWA y otras instalaciones utilizadas ahora para refugio de desplazados internos en Gaza (1,4 millones en total). Unos 700.000 personas viven con familiares, 71.000 en escuelas, 101.000 en hospitales, iglesias y otros edificios públicos, y 580.000 en colegios y otros refugios de la UNRWA, diseñados muchos de ellos para acoger entre 1.500 y 2.000 personas cada uno pero que actualmente dan techo al doble o el triple (y uno en Jan Yunis acoge a 21.000).
"Para garantizar un ambiente seguro, por la noche mujeres y niños permanecen en las aulas, mientras que hombres y chicos adolescentes duermen fuera, en el patio de recreo de los colegios", relata Naciones Unidas en su informe diario.
Naciones Unidas advierte una vez más que muchos ataques israelíes se están produciendo en zonas del sur de Gaza a las que había ordenado evacuar Israel, como los que en las últimas 24 horas afectaron a tres edificios residenciales en Jan Yunis y Rafah, y que causaron la muerte de 38 personas. "Cientos, posiblemente miles de desplazados están regresando al norte de Gaza, por los continuos bombardeos en el sur y los problemas de encontrar alojamiento adecuado", subrayan.