Conocer sus derechos ha permitido a muchas adolescentes evitar casarse antes de tiempo. "Casarme tan joven habría sido como un suicidio". Laxmi tenía 16 años cuando sus padres le dijeron que le habían encontrado un buen chico para casarse con ella. Por suerte, la adolescente nepalí, que ahora tiene 20 años, consiguió evitarlo porque conocía sus derechos.
Sin embargo, cada año unos 12 millones de niñas se casan cada año en todo el mundo antes de cumplir los 18 años. Laxmi quedó conmocionada por la noticia y la compartió con sus amigos en el club para niños gestionado por la ONG Plan Internacional.
De haberse casado, subraya, "podría quedarme embarazada y dar a luz no sería fácil". "Es un riesgo para mi salud física y no habría sido bueno para mi salud mental tampoco", defiende. "También habría tenido que obedecer a mis familiares políticos y mi suerte dependería de ellos. Sentiría que mi vida es oscura y solitaria", añade. Pero afortunadamente para ella no fue así.
Desde el club de Plan Internacional se pusieron en contacto con la ONG Faren, con la que trabajan en Nepal, que ayudó a persuadir a los padres de Laxmi de que el matrimonio no siguiera adelante. "Tenemos que empoderar a las chicas. Si más niñas son conscientes de sus derechos su situación mejorará", sostiene la joven.
Conocer sus derechos también permitió que Ruby y Ruchi, dos hermanas de India, evitaran su matrimonio. Su padre les dijo que les había encontrado a dos hermanos, pero Ruchi, que tenía entonces 17 años, le amenazó con presentar una denuncia en la Policía ya que sabía que casarse antes de los 18 años era un delito.
Finalmente, la familia accedió a abandonar los planes de matrimonio y permitir que las dos siguieran con sus estudios. Las chicas son las que tienen que "soportar todos los problemas que lleva consigo el matrimonio infantil", defiende Ruchi. "Mientras que otros simplemente se limitan a compadecerte, yo sería la que tendría que soportar las complicaciones toda mi vida, así que me rebelé", añade.
Como las dos hermanas, Shalini también se ha convertido en una de las mejores activistas contra el matrimonio infantil en India, tras haber conseguido evitar el suyo cuando tenía 17 años. Ahora, a los 21, puede presumir de haber evitado más de una decena de matrimonios, tanto de chicas como de chicos, trabajando como voluntaria y activista para Plan Internacional.
La inspiración para otras chicas "Quiero inspirar a las niñas que creen que nunca lograrán sus objetivos. Les digo a las chicas que si desean alcanzar sus sueños, entonces lo primero que deben hacer es expresarse y hacer que la gente les escuche", subraya. Roxana.
Roxana tiene 15 años y hace tan solo unos meses consiguió evitar que sus padres la casaran. "Mientras estaba estudiando en mi habitación una noche, escuché a mis padres hablando sobre casarme, pero no me hablaron de ello directamente, así que no tenía mucha idea de lo que estaba pasando", relata la adolescente, que vive en una zona remota del norte de Bangladesh. Pero sí sabía que aquello no estaba bien.
"Nuestro profesor nos había contado que el matrimonio infantil era ilegal durante una de nuestras clases, así que cuando mis padres me dijeron que habían confirmado mi fecha de boda contacté con él y le conté todo", añade Roxana. "Mi profesor contactó entonces con mi padre, habló con él y le hizo darse cuenta de los aspectos negativos del matrimonio infantil", explica Roxana, que está encantada de haber podido continuar con sus estudios.
El sur y el sureste de Asia registran niveles significativos de matrimonio infantil, temprano y forzoso. En el caso de Bangladesh y Nepal, figuran entre los 20 países con más matrimonios de este tipo en el mundo. En Bangladesh, el 52% de las niñas están casadas a los 15 años, mientras que en Camboya un 19% de las niñas está casada o en unión civil a esa edad.
Los embarazos adolescentes también han aumentado en Asia, donde hay un 43% de estos embarazos precoces no intencionados, algunos dentro del matrimonio. Los embarazos no buscados en la adolescencia también aumentan las tasas de aborto de la región, que en muchos casos son abortos no seguros, según denuncia Plan Internacional en su reciente informe 'Hora de actuar: acelerando los esfuerzos para eliminar el matrimonio infantil forzado en Asia'.
"El matrimonio infantil y forzado es una violación de los derechos de las niñas que además afecta enormemente al desarrollo económico y social de los países", denuncia la directora general de Plan Internacional España, Concha López, que pide "mayor inversión y más acciones para asegurar que el matrimonio infantil se convierte en un problema del pasado".
"Es necesario consolidar los progresos conseguidos hasta ahora y acelerar el cambio hasta 2030 para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y asegurar que ninguna niña se queda atrás", defiende. Según Plan Internacional, si no se sigue actuando contra este problema más de 150 millones de niñas se convertirán en esposas para esa fecha.