Unas 3.000 personas han salido a las calles de la ciudad alemana de Hanau, en una marcha contra el odio y a favor de los Derechos Humanostras la matanza racista de esta semana.
Los organizadores esperaban 2.000 participantes para la manifestación desde la Freiheitsplatz, la Plaza de la Libertad, en el centro de la ciudad donde un alemán de 43 años mató a tiros a nueve personas el pasado miércoles, así como a su propia madre, antes de quitarse la vida.
Desde entonces, se ha revelado que el autor tenía una personalidad profundamente racista y estaba mentalmente enfermo, una circunstancia que el Gobierno alemán no ha visto como atenuante a la hora de describir el ataque como un acto terrorista de ultraderecha.
El político verde Cem Ozdemir protagonizó un momento emotivo al depositar una corona de flores para las víctimas. "Espero este año pase a la historia como el año en que la república [alemana] se tomó en serio la lucha contra el radicalismo de derecha", afirmó.