¿Cesiones a Rusia?

El mundo mira con recelo una negociación de paz entre Trump y Putin sin contar con Ucrania

¿Paz o rendición? El presidente de EEUU ya ha deslizado que es improbable que Ucrania recupere el territorio aprehendido por Rusia. Además, aleja las aspiraciones de Kyiv de unirse a la OTAN.

Imagen de archivo de una muñeca rusa tradicional con la imagen de Donald Trump y Vladímir Putin en una tienda de souvenirs en San Petersburgo

Más que arrojar esperanza, la mediación de Donald Trump en el conflicto entre Rusia y Ucrania enciende las alertas de la comunidad internacional. El presidente estadounidense ha acordado con su homólogo ruso, Vladímir Putin, iniciar "negociaciones de inmediato" para poner fin a la guerra, pero de llegar la paz, a juzgar por las palabras del republicano, lo haría con importantes concesiones a Moscú.

Y es que Trump ya ha dejado caer que es "poco probable" que Ucrania recupere todo el territorio que Rusia le ha arrebatado desde 2014, incluida la península de Crimea. El presidente de Estados Unidos, además, aleja las aspiraciones de Kyiv de unirse a la OTAN. "No creo que sea práctico", aseveraba este miércoles ante la prensa en el Despacho Oval.

Un giro con respecto a la anterior Administración del país norteamericano, que respaldaba la adhesión ucraniana a la Alianza, aunque nunca llegó a definir un calendario concreto para su ingreso para no provocar al Kremlin. De hecho, en su última cumbre, celebrada precisamente en Washington, la OTAN reafirmó su compromiso de que Ucrania se convierta en miembro. Una promesa que se remonta a 2008 y que ahora Trump diluye.

La diferencia clave, sin embargo, es que, si Joe Biden dejaba en manos de Ucrania los términos para acabar con la guerra, Trump está explicitando públicamente lo que, en su opinión, debe hacer Volodímir Zelenski, con quien también habló el miércoles.

Negociación, sí, pero con Kyiv y Europa

En este contexto, las potencias europeas ya han advertido de que la paz debe alcanzarse teniendo en cuenta a los ucranianos y a Europa. Los titulares de Exteriores de Francia, Alemania, España y Polonia así lo señalaban el miércoles desde París.

"No se puede decidir nada sobre Ucrania sin Ucrania y no se puede decidir nada sobre la seguridad europea sin Europa porque la agresión rusa a Ucrania afecta claramente a la seguridad europea", declaraba José Manuel Albares antes de reunirse con varios de sus homólogos europeos.

Al término de esa reunión, en la que también estuvieron el ministro de Exteriores ucraniano, su homólogo británico y representantes de la Comisión Europea, los participantes emitieron un comunicado conjunto en el que expresaron el deseo de "hablar con los aliados estadounidenses sobre el camino a seguir" en Ucrania, donde se debe de alcanzar "una paz justa y duradera" y con "unas garantías de seguridad fuertes" para Kyiv.

Aclararon además que "toda negociación debe hacerse con la participación de Europa y de Ucrania" y recordaron que este último país debe de estar "en posición de fuerza" a la hora de negociar un proceso de paz.

José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, en una imagen de archivo.
España advierte sobre el acuerdo entre Putin y Trump para negociar la paz en Ucrania porque "no se puede firmar sin tener en cuenta a los ucranianos"

La postura de Europa y la OTAN

A última hora del miércoles, el primer ministro polaco, Donald Tusk, insistía a través de sus redes sociales en la necesidad de que la paz sea "justa". "Ucrania, Europa y Estados Unidos deberían trabajar en esto juntos. JUNTOS", incidía.

Por su parte, el canciller alemán, Olaf Scholz, ha manifestado en una entrevista en 'Politico' publicada este jueves -aunque no está claro si realizada antes o después de la conversación de Trump y Putin- que no hay una solución al conflicto que no involucre a EEUU, pero también ha advertido de que no debe haber una "paz impuesta".

Más tajante ha sido el ministro de Defensa belga, Theo Francken, que ha aseverado que el marco esbozado por EEUU es "toda una victoria" para Putin y "malas noticias para Occidente". Su homólogo francés, Sébastien Lecornu, ha criticado a su vez que los parámetros que Trump ha puesto sobre la mesa "no permiten una paz por la fuerza", sino "una paz por debilidad". El alemán Boris Pistorius tampoco se ha mostrado optimista, reprochando que "nadie fue realmente implicado" antes de la llamada de Putin y Trump.

A su vez, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, ha defendido este jueves que hay una "clara convergencia" sobre que "todos queremos la paz en Ucrania más pronto que tarde" y en que "Ucrania esté en la mejor posición posible cuando comiencen esas conversaciones, para asegurarnos de que puedan concluir con éxito".

A su llegada a una reunión de ministros de Defensa de la Alianza Atlántica, Rutte ha recordado la intervención la víspera del secretario de Defensa de EEUU, Pete Hegseth, durante un encuentro del grupo de países de apoyo a Ucrania, sobre que es "crucial que lo que salga de esas conversaciones sea duradero". "No podemos permitir que Putin vuelva a intentar capturar otro kilómetro cuadrado de Ucrania en el futuro", ha subrayado.

"Creemos que es muy importante que Zelenski esté en la mesa de negociación. Creo que todos decimos de manera unida no a las discusiones sobre Ucrania sin Ucrania. Lo mismo es cierto para Europa, porque, por supuesto, lo que se negocia también tiene implicaciones para la seguridad en Europa", ha declarado a su vez el ministro de Países Bajos, Ruben Brekelmans, a su llegada a la reunión aliada.

En similar sentido, el ministro de Reino Unido, John Healey, ha recalcado que "no puede haber negociaciones sobre Ucrania sin Ucrania" y que "la voz de Ucrania debe estar en el centro de cualquier conversación". El titular sueco, Pal Jonson, también considera "muy natural" que los aliados europeos estén implicados en las conversaciones de paz. "Si Ucrania elige negociar, debería negociar desde una posición de fuerza, y Suecia está comprometida con asegurar que Ucrania tenga esa capacidad", ha indicado.

El ministro estonio, Hanno Pevkur, también ha defendido que Europa "tiene que ser parte" de las conversaciones de paz y que son los ucranianos los que deben decir cuándo están preparados para negociar. "Tiene que ser la nación ucraniana y el presidente ucraniano quienes digan cuándo", ha declarado. La representante luxemburguesa, Yuriko Backes, también ha subrayado que "nada" sobre Ucrania debería decidirse "sin Ucrania en la mesa" ni "nada" sobre la seguridad de Europa debería decidirse "sin los europeos en la mesa".

Su homólogo canadiense, Bill Blair, también ha manifestado que Ucrania debe ser parte del diálogo de paz y la ministra lituana, Dovile Šakaliene, ha afirmado que Estados Unidos y Europa "son y serán y deben ser aliados", y alertó de que China y Rusia van a coordinar sus acciones. "Si no somos capaces de trabajar juntos como un equipo, para el mundo democrático, va a ser la época más oscura desde la II Guerra Mundial", ha advertido.

EEUU niega una "traición" a Ucrania

Mientras la invasión rusa de Ucrania se aproxima a su tercer aniversario, el foco ahora está en el papel de Trump, que hizo campaña con la promesa de atajar las guerras en Ucrania y Oriente Medio. Tras sus últimos movimientos, Michael McFaul, antiguo embajador de EEUU en Rusia durante la Administración Obama, cuestionaba en redes sociales que el magnate neoyorquino esté "dando regalos a Putin" antes incluso de arrancar las negociaciones.

Aludía así a la cesión de "territorio ucraniano" y al portazo a la incorporación de Kyiv a la OTAN. Hegseth, que fue el primero en sugerir que Ucrania no recuperará el terreno perdido, ha defendido sin embargo este jueves que las iniciativas de Washington para poner fin a la guerra en Ucrania no son "una traición" a Kyiv. "Sin duda, no es una traición", ha declarado el jefe del Pentágono a su llegada a la citada reunión de ministros de Defensa de la OTAN en Bruselas.

También los antiguos aliados de Trump critican su postura. El que fuera su vicepresidente durante su primer mandato, Mike Pence, ha criticado que Ucrania "solo 'será rusa algún día'" si Washington "la abandona ante la brutal invasión de Putin". "Si Ucrania cae, solo será cuestión de tiempo hasta que Rusia invada un aliado de la OTAN al que nuestras tropas se verán obligadas a defender", ha alertado.

A las críticas se ha sumado John Bolton, quien fuera asesor de Seguridad Nacional de Trump en su primer periodo presidencial. "Es inconcebible permitir que Rusia ataque la soberanía de Ucrania, reclute enemigos como Corea del Norte para ayudar en su lucha y luego se traicione a los ucranianos al admitir la pérdida de su territorio y de las garantías de seguridad de la OTAN o su membresía", ha argumentado.

"Al hacer estas y otras concesiones antes de que las negociaciones hayan empezado siquiera, Trump ha entregado de forma efectiva Ucrania a Putin", ha aseverado Bolton en su cuenta en X, antes de asegurar que ya advirtió "muchas veces de que Trump favorecería a Rusia en unas negociaciones entre Zelenski y Putin".

Ahora mismo, Rusia ocupa una quinta parte de Ucrania y ha exigido que Kyiv ceda territorio y sea permanentemente neutral bajo cualquier acuerdo de paz. Ucrania, sin embargo, reclama que Rusia se retire del territorio capturado y quiere la membresía en la OTAN o una garantía de seguridad equivalente para prevenir que Moscú vuelva a atacar.