Intrahistoria del acuerdo

Negociadores separados, flecos de última hora y un improbable tándem Biden-Trump: así se fraguó el alto el fuego en Gaza

Los detalles Las negociaciones con la mediación de EEUU, Qatar y Egipto se prolongaron hasta pocas horas antes del anuncio. Intermediarios cataríes y egipcios hacían de mensajeros entre los representantes de Israel y Hamás, que estaban en habitaciones en plantas diferentes del mismo edificio.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tras el anuncio de alto el fuego en GazaEl presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tras el anuncio de alto el fuego en GazaREUTERS/Evelyn Hockstein

Tras ocho meses de negociaciones mediadas por Estados Unidos, Qatar y Egipto, las conversaciones para alcanzar un acuerdo de alto el fuego entre Hamás e Israel se prolongaron hasta pocas horas antes del anuncio de la tregua, que entrará en vigor el domingo, con intermediarios recorriendo pasillos y resolviendo los últimos flecos de un pacto crucial para los rehenes que permanecen en Gaza y para los civiles palestinos, masacrados por 15 meses de bombardeos y sumidos en una crisis humanitaria sin precedentes.

Altos funcionarios estadounidenses han revelado en las últimas horas detalles de unas negociaciones que llevaba meses sin resolverse por las suspicacias y posturas difíciles de conciliar entre Israel y los representantes del grupo palestino.

"El hecho de que tengamos un acuerdo tan detallado es que, por ejemplo, estuvimos trabajando la pasada noche hasta las 03:00 de la mañana, resolviendo hasta el último detalle, dejando poco a la improvisación y asegurándonos que las expectativas estaban muy claras para ambas partes", ha indicado en una llamada a la prensa uno de los funcionarios de la Administración de Joe Biden presentes en estos meses de intensas conversaciones en Doha.

Según funcionarios presentes en el último gran logro diplomático del mandato del presidente saliente de EEUU, estas semanas se trabajó en lo que definen como "conversaciones de proximidad", con representantes de Israel y Hamás, enemigos mortales declarados, dialogando a través de intermediarios cataríes y egipcios que hacían las veces de mensajeros entre habitaciones en plantas diferentes de un mismo edificio.

Colaboración "histórica" entre Biden y Trump

Otro elemento que ha llevado a uno de los participantes a definir este acuerdo como un pacto "sin precedentes" y "con mucho en juego para todos", es la colaboración "histórica" entre los equipos de Biden y del presidente electo, Donald Trump, cuyo impulso y presión sobre el primer ministro israelí, Benjamin Nentanyahu, sin forzar un cambio total del plan inicial de la Casa Blanca, fue clave.

El enviado de Trump en Oriente Medio, Steve Witkoff, trabajó codo con codo estos últimos días con el director de la CIA, Bill Burns, o Brett McGurk, enviado de Biden para temas de Oriente Medio, mientras que el equipo del ministro de Exteriores de Qatar, Mohamed bin Abderrahmán, acercaba posturas a solo cinco días del cambio de inquilino en la Casa Blanca.

"Se intercambiaban roles. Mientras McGurk negociaba en Doha, pensamos que Steve podría tener una conversación con el primer ministro Netanyahu y fue él mismo a hacerla en persona [este fin de semana]", indicó el alto funcionario de Washington. El canciller catarí finalmente anunció el miércoles por la tarde, hora de Washington, el acuerdo desde Doha, algo que según fuentes estadounidenses no estuvo del todo claro hasta "pasado el mediodía".

Un acuerdo en tres fases

Esa transición entre Biden y Trump, que asumirá el cargo la semana que viene, el próximo 20 de enero, creó, según los mediadores, una fecha límite que ha servido para forzar a las partes a ceder en posiciones que se enrocaron en verano y que vivieron un antes y después con la muerte a manos de soldados israelíes y de manera inesperada del líder de Hamás, Yahya al Sinwar.

El acuerdo, que consta de tres fases, llegará a su parte central con el intercambio de un número de prisioneros palestinos por cada rehén de Hamás liberado y entregado a los israelíes, al tiempo que establecen las condiciones para un alto el fuego permanente, después de 1.200 muertos en el ataque del 7 de octubre de 2023 de la milicia islamista en Israel y más de 46.000 muertos en Gaza, según fuentes sanitarias de la Franja.

Biden tuvo un maratón de llamadas la semana pasada con los líderes de Egipto, Qatar e Israel. "Qatar y Egipto han tenido a sus equipos trabajando totalmente a fondo durante meses. Al final, nos hemos llegado a conocer muy bien entre todos", indicó un mediador estadounidense.

Según la misma fuente, la muerte de Sinwar y del líder de Hizbulá, Hassan Nasrallah, a finales de septiembre -que Washington atribuye al poderío militar indiscutible de Israel en la región- fueron claves para llevar a Hamás a aceptar los términos del acuerdo que ahora debe implementarse durante seis semanas en una primera fase que debe abordar el alto el fuego, la retirada de tropas de Gaza y la liberación de rehenes y prisioneros.