Benjamin Netanyahu vive en uno de sus peores momentos. El primer ministro israelí vive inmerso en una montaña rusa en la que unas semanas las encuestas le sitúan al alza y otras, como en la actual, le vuelven a bajar. Según un 69% de los israelíes, Netanyahu debería retirarse de la política, con un 55% que cree que solo sirve a sus intereses personales y un 62% que consideran que la situación es "mala o muy mala".

Esto en un lunes en el que se ha vivido una huelga general que busca reclamar un acuerdo para la liberación de rehenes. Centenares de personas a lo largo del país, pero especialmente en Tel Aviv y Jerusalén, han participado en concentraciones y cortes del tráfico para demandar que el primer ministro firme un acuerdo de alto el fuego en Gaza.

Sin embargo, entrada la tarde el tribunal laboral de Israel ha ordenado poner fin a la huelga general convocada, que busca presionar al Gobierno para un acuerdo de rehenes, y da la razón al Fiscal del Estado de que se trata de un paro político y no causado por un "conflicto laboral colectivo".

Algunas de las compañías relacionadas con el transporte que secundaron la huelga son la Autoridad de Aeropuertos de Israel o los puertos de Haifa, Ashdod, Eliad y Hadera. También lo hicieron la Compañía Eléctrica de Israel o el Servicio Postal. Además, la Universidad Hebrea, la de Haifa, la universidad Abierta o la de Ben Gurion son algunos de los 17 centros que confirmaron su participación, como también hicieron seis de los bancos principales del país.

La huelga se convocó en solidaridad con las familias de los rehenes, en un momento de creciente descontento en el país tras el hallazgo la noche del sábado en Gaza de los cadáveres de seis rehenes que fueron, según el Ejército, asesinados por Hamás entre el jueves y el viernes, tras haber sobrevivido a casi 11 meses de cautiverio.

Las tres causas judiciales que pesan sobre Netanyahu

Por su parte, el Fiscal del Estado pidió este lunes al Tribunal Laboral de Israel que se pronuncie contra la huelga de Histadrut, asegurando que "no es una huelga por un conflicto laboral colectivo" sino política. Esta demanda llegó después de que el ministro de Finanzas, el ultraderechista Bezalel Smotrich, contactara el domingo con el Fiscal General para pedir medidas cautelares con respecto a la huelga.

"Se trata de una huelga política que no está bajo autoridad de Histadrut", escribió Smotrich en la red social X. De los 251 secuestrados el 7 de octubre, quedan en el enclave 97 cautivos -unos 33 confirmados muertos, según el Ejército-, mientras que en la Franja ya había otros cuatro rehenes desde hace años, de ellos dos soldados muertos.

Cabe recordar que, entre tanto, tiene que hacer frente a las tres causas judiciales que pesan sobre él por corrupción. Los cargos van de fraude a soborno con el objetivo de beneficiar a su Gobierno, algo que motivó, según los expertos, su controvertida reforma para debilitar al Poder Judicial frente a su Ejecutivo.

También los ortodoxos han mostrado su enfado por el empeño de Netanyahu de llamarles a filas, sin olvidar que el conflicto en la Franja de Gaza es la batalla más cara de la historia de Israel.