La Catedral de Notre Dame de París reabre sus puertas y acoge la primera misa en una de las capillas menos afectadas del templo después de los incendios del pasado 15 de abril que destrozaron parte de los techos y la cúpula del edificio.
Así, debido a las condiciones precarias de la catedral, se ha vivido una estampa poco habitual: los sacerdotes y participantes, en su mayoría religioso, un grupo de unas 30 personas, han tenido que llevar cascos de obra por el riesgo de desprendimientos.
De momento, solo han llegado un 9% de las ayudaspara la reconstrucción, lo que supone unos 80 millones de euros de los 850 millones comprometidos.