Los seguidores del jefe del Parlamento opositor, Juan Guaidó, han vuelto a las calles de Venezuela paraexpresar su rechazo al Gobierno de Nicolás Maduro y a los cortes de luz que ocurren desde marzo pasado, mientras miles de chavistas se movilizan en Caracas para respaldar al mandatario.
Guaidó, quien se proclamó presidente interino del país en enero pasado, convocó a sus simpatizantes a concentrarse en 358 puntos del territorio venezolano como parte del "inicio" de la llamada 'Operación Libertad', una fórmula con la que espera lograr el "cese de la usurpación" que considera que hace Maduro de la presidencia.
En Caracas, la manifestación opositora estaba convocada para llegar hasta la sede de la estatal Corporación Eléctrica (Corpoelec), en el este de la ciudad, pero el punto final fue cambiado a última hora a una zona cercana a esta sede, donde expresan su rechazo a los apagones y a los fallos en los servicios públicos.
En la manifestación opositora, los presentes protestaron contra la crisis económica. "En Charallave (una localidad a las afueras de Caracas) nos quitan la luz 10-12 horas (...), en mi comunidad ponen agua una vez a la semana y ahora nos la van a racionar", dijo a Marinela Díaz, trabajadora del Instituto de Ferrocarriles del Estado.
Por su parte, los seguidores del chavismo se movilizan en el centro-oeste de Caracas para rechazar también los apagones, de los que culpan a Estados Unidos y la oposición. Maduro llamó a través de Twitter a sus simpatizantes "a llenar de alegría y colorido popular las calles de Caracas para ratificar el carácter antiimperialista de Venezuela". "Juntos, en permanente movilización, sigamos defendiendo la paz y la independencia nacional. ¡No más injerencia!", agregó el mandatario.
Según la oposición, los recurrentes apagones que paralizaron al país por al menos 11 días en marzo ocurrieron por la negligencia y corrupción del Estado en Corpoelec. Sin embargo, el Gobierno asegura que el sistema eléctrico sufrió un "ataque terrorista" de Estados Unidos.
En Venezuela se aplica desde el domingo pasado un racionamiento eléctrico, que según el Gobierno, consta de cuatro horas en 20 estados, entre los que no está incluida la capital venezolana. Además, la Administración chavista aseguró que modernizará y reestructurará el sistema eléctrico, custodiado por militares desde 2013, a fin de poder "enfrentar estos ataques" en el futuro.