Este miércoles por la tarde han vuelto a producirse numerosas detonaciones de dispositivos de comunicación utilizados por el grupo armado libanés Hizbulá. Según el Ministerio de Salud Pública, al menos 14 personas ha muerto y 450 han resultado heridas a causa de estas nuevas explosiones, dando prácticamente por finalizadas las operaciones de rescate.

Además de 'buscas', en esta ocasión podrían haber detonado walkie-talkies, teléfonos móviles e incluso ordenadores portátiles. Estos aparatos fueron comprados hace aproximadamente cinco meses, cuando Hizbulá buscó un modo más rudimentario para comunicarse.

Las detonaciones se han escuchado en el sur del país y en los suburbios del sur de la capital, Beirut, según confirma a Reuters una fuente de seguridad y un testigo. La fuente aseguró que no estaba claro si el equipo era un buscapersonas como los que estallaron este martes, dejando al menos 12 muertos y miles de heridos.

Al menos una de las explosiones oídas durante la jornada ha tenido lugar cerca de un funeral organizado por Hizbulá para los muertos el día anterior, cuando miles de buscapersonas utilizados por el grupo detonaron en todo el país. "Estamos respondiendo con 30 equipos de ambulancias a múltiples explosiones en diferentes áreas, incluyendo el sur del Líbano y el Valle de la Bekaa", recoge la Cruz Roja libanesa en su cuenta de X, añadiendo que se encuentran en "alerta alta" y "listos para intervenir".

Hizbulá ha reivindicado un lanzamiento de proyectiles contra el norte de Israel, su primera acción desde la detonación de miles de buscapersonas de sus miembros, matando a al menos 12 personas en el Líbano.

"Los combatientes de la Resistencia Islámica bombardearon los búnkeres de artillería del enemigo israelí en Neve Ziv con una andanada de cohetes", según recoge un comunicado de Hizbulá, que prometió una respuesta acorde contra Israel, la cual todavía no se ha producido.

Las detonaciones en cadena tuvieron lugar después de que las autoridades israelíes volvieran a endurecer su retórica contra el Líbano en los días anteriores y a poner sobre la mesa el potencial lanzamiento de una guerra abierta contra el movimiento chií.

Desde la ONU recuerdan que hacer explotar aparatos de comunicación sin saber quién está en posesión de los mismos y cuál era el entorno es un hecho que viola las normas fundamentales de los Derechos Humanos, según afirma el alto comisionado en esta materia, Volker Türk.

"Atacar simultáneamente a miles de personas, sean civiles o miembros de grupos armados, sin saber quién estaba en posesión de los artefactos atacados, su ubicación y su entorno en el momento del ataque, viola el derecho internacional de los Derechos Humanos y, en la medida en que sea aplicable, el derecho internacional humanitario", explica, calificando estas detonaciones como "estremecedoras".