Nueva York, la capital financiera de Estados Unidos, impondrá la vacuna contra el coronavirus a los trabajadores de empresas privadas a finales de diciembre. Se trata de la primera medida de este tipo que se toma en el país, donde ya se han detectado los primeros casos de la variante ómicron del coronavirus.
Así lo ha anunciado el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, en una rueda de prensa en la que ha precisado que la vacuna será obligatoria para los empleados de las empresas privadas a partir del 27 de diciembre y que afectará a unos 184.000 negocios.
"Tenemos las herramientas, pero tenemos que usarlas de manera agresiva, y tenemos que actuar con rapidez. Por eso, vamos a tomar acciones como ataque preventivo", ha declarado el alcalde, que ya había adelantado la medida en un canal de televisión.
En este sentido, Bill de Blasio ha reconocido que todavía se han detectado pocos casos de la nueva variante en EEUU, pero ha advertido de que se "acabará propagando". "Solo se han registrado algunos casos en varios estados, pero sabemos que está aquí, sabemos que se va a propagar, y en este momento parece muy transmisible", ha alertado el alcalde, antes de insistir en que la ciudad no puede permitirse el regreso de las restricciones ni de los cierres.
Vacuna obligatoria para niños a partir de 5 años
De acuerdo con la nueva orden municipal, a partir del 14 de diciembre también será obligatoria la vacuna para todos los niños mayores de cinco años, y, además, habrá que mostrar prueba de vacunación en actividades extraescolares consideradas de "alto riesgo", como las deportivas, de danza o instrumentales.
Para el 27 de diciembre, además, todos los mayores de 12 años tendrán que haber recibido las dos dosis de la vacuna para acceder al interior de restaurantes, gimnasios y establecimientos de entretenimiento. Hasta el momento, se puede entrar habiendo recibido únicamente la primera de las dosis. El alcalde ha indicado que el 15 de diciembre ofrecerá más información sobre la aplicación de estas medidas.
Estrategia de Joe Biden
El anuncio de De Blasio se ha producido solo cuatro días después de que el presidente del país, Joe Biden, pusiera sobre la mesa una nueva estrategia para minimizar el impacto de la nueva variante. Entre las medidas, estará la obligación de todos los viajeros que lleguen a EEUU de presentar un test negativo de coronavirus en las 24 horas anteriores a su vuelo, en lugar de las 72 horas que se exigían hasta ahora. "Vamos a luchar contra esta variante (ómicron) con ciencia y rapidez, no con caos y confusión", dijo Biden, entonces.
A pesar de esta disposición, el Gobierno de Biden sufrió un revés judicial el pasado 13 de noviembre, cuando un tribunal de apelaciones confirmó la decisión de bloquear una orden ejecutiva que dictamina que las empresas de 100 o más trabajadores garanticen que sus empleados estén vacunados contra el COVID-19.
Preguntada por dicha cuestión, la asesora para empresas del Ayuntamiento, Georgia Pestana, ha asegurado que el comisionado de salud de Nueva York "tiene la autoridad para emitir un mandato como este para proteger la salud pública" y ha descartado que la norma pueda ser bloqueada en los tribunales.
Por su parte, De Blasio ha subrayado que coincidían varios factores que multiplicaban el riesgo en la actualidad: la transmisibilidad de la nueva variante, el clima frío y las reuniones características de estas fechas. "Es un verdadero motivo de preocupación y nuestro comisionado de salud tiene el derecho legal de decidir que hay algo que es seguro y que protege la salud de todos los neoyorquinos", ha defendido De Blasio.
El sector público, vacunado
La imposición de esta vacuna se produce después de que los trabajadores del sector público, desde sanitarios hasta policías, fueran obligados a vacunarse, una medida que contó con la resistencia de varios sindicatos, que la consideraban ilegal.
Finalmente, se llegó al compromiso de aceptar excepciones por motivos religiosos y médicos y, además, aquellas personas que se negaron a vacunarse se les ofreció la opción de acogerse a una excedencia de un año sin sueldo, pero con beneficios sanitarios.
Impacto en la Bolsa de Wall Street
A pesar de que la presencia de la variante ómicron ha sido detectada solo en media decena de estados, su expansión a nivel global ya ha afectado a la economía y los temores a nuevas medidas restrictivas se han traducido en pérdidas en la Bolsa de Wall Street.
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Aunque este lunes los principales indicadores de la Bolsa -Dow Jones, S&P 500 y Nasdaq- evolucionaban positivamente, el viernes Wall Street se apuntaba una semana de pérdidas arrastrada por la incertidumbre que plantea la nueva variante ómicron del coronavirus, que ya provocó ventas masivas la pasada anterior, cuando fue identificada.