La comunidad hispana de EEUU, la minoría más importante del país y mayoritariamente proclive al presidente y candidato demócrata, Barack Obama, puede ser decisiva en estados clave como Florida, Nevada, Colorado y Virginia en las elecciones. Según la Oficina del Censo de EE.UU., en 2011 había 51,9 millones de latinos en el país, un 16,7% de la población.
Obama tuvo el respaldo en las elecciones de 2008 de casi 7 de cada 10 hispanos que depositaron su voto. Entonces 19,5 millones de hispanos tuvieron derecho al voto pero solo la mitad decidió hacer uso de él. En esta ocasión serán 23,7 millones quienes tendrán poder de decisión, y, según el sondeo de la consultora ImpreMedia y Latino Decisions, el 73 % de este sector de población tiene intención de votar al candidato demócrata.
La ciudad de Albuquerque, la más poblada de Nuevo México, estado que encierra la mayor proporción de electorado hispano de EE.UU., se prepara para votar en unas elecciones presidenciales muy reñidas en las que el voto hispano en los territorios fronterizos del suroeste aún tiene mucho que decir.
Nuevo México, la llamada "tierra del encanto", con un 46,7% de población hispana -de los cuales un 35% se ha registrado para votar- es un estado pro Obama, a quien las encuestas dan 10 puntos de ventaja sobre su rival republicano, Mitt Romney.
Parece tan claro lo que va a ocurrir que ni los propios contendientes se molestan en visitar este terreno. Obama y Romney solo han pisado Nuevo México una vez en lo que va de año y aquí apenas se han hecho esfuerzos por llegar al ciudadano.
"En cierta manera nos sentimos un poco abandonados por parte de ambas campañas", dijo el republicano John Sanchez, vicegobernador de Nuevo México. "Es algo inusual. Históricamente hemos sido uno de los estados donde la contienda ha sido decisiva y, a excepción de 2008, muy igualada. La tradición dice que quien gana Nuevo México gana las presidenciales", añadió.
El presidente se hizo con el 57% de los votos en ese estado en las presidenciales de 2008 frente a John McCain, en las que consiguió el apoyo de casi el 70 por ciento de los hispanos que votaron, según el Pew Hispanic Center.
California (36,2% de población hispana y 26,3% registrada para votar) es otro estado en el que la victoria de Obama se da por hecha y en el que la distancia con Romney sube hasta los 15 puntos porcentuales.