La continuidad de Biden pende de un hilo. El último en recomendar al demócrata que de a un paso al costado ha sido el expresidente de Estados Unidos Barack Obama. Así lo ha comunicado a sus círculos cercanos asegurando que Biden debe "reconsiderar seriamente" el futuro de su candidatura, según publicó este jueves'The Washington Post'.
La gota que colma el vaso no es Obama, no es Pelosi, no es Schumer, es el dinero. A pesar del ruido que ha generado las declaraciones de Obama, el quid de la cuestión radica en los fondos de la campaña de Joe Biden. ¿Qué está pasando exactamente? ¿Por qué puede ser la puntilla para que el candidato demócrata no se presente a los comicios de noviemebre?
Al hacerse públicos estos mensajes que en primera instancia son privados, lo queda claro al mundo es que hay filtraciones en el partido. Un mensaje que no gusta a los contribuyentes y donantes del partido demócrata y que genera dudas. Esto se traduce en que el equipo de Biden ha visto que solo van a recaudar un 25% de lo previsto para julio por parte de los donantes grandes de la campaña, ha explicado Emilio Doménech, analista de la política estadounidense.
Cada minuto que pasa hay menos personas en Estados Unidos que creen que Biden va a aguantar. ¿Hay una fecha tope para que comunique si se queda o se va?
La fecha puede ser la Convención Demócrata Nacional que tendrá lugar el próximo 19 de agosto; sin embargo, la formación había anunciado que la nominación oficial se realizaría de manera telemática. Hay que tener en cuenta que ahora no sería el voto popular el que decidiría quién es el candidato, sino que lo decidiría el partido y el partido son unos cuantos líderes que son aliados de Biden.
Varios medios estadounidenses han asegurado que el demócrata dejará la carrera electoral este mismo fin de semana. La pregunta es: ¿qué es lo primero que va a pasar en el Partido Demócrata si Biden abandona?
Si Biden se echa a un lado hay dos opciones. El primer escenario es que designe Kamala Harris como sucesora y que por tanto, vayamos hacia una convención demócrata del 19 de agosto en la que la única duda sea a quien va a elegir como candidato a la vicepresidencia. El segundo que Biden proponga una convención abierta, lo que implicaría que se abriría la veda para que un número indeterminado de candidatos demócratas se postulen para ser la cabeza del ticket presidencial de cara a noviembre.