Mano de dura del presidente

La obsesión de Trump con la migración pasa de nivel: no descarta mandar migrantes a Guantánamo que no hayan cometido delitos violentos

Los detalles Kristi Noem no descarta enviar a más indocumentados sin antecedentes que no hayan cometido delitos violentos: "Queremos agradecer al presidente Trump por todo el trabajo duro que ha hecho para que Estados Unidos vuelva a ser un lugar seguro".

Donald Trump

La mano dura de Trump con la migración puede comprobarse con la visita de Kristi Noem a Guantánamo. La secretaria de seguridad nacional se encarga de supervisar de primera mano que los deportados llegan a la base de Cuba "para albergar a los 'peores de los peores' y a los criminales ilegales que se encuentran en los Estados Unidos de América" y asegura que "no estarán allí por mucho tiempo".

Kristi Noem no descarta enviar a más indocumentados sin antecedentes que no hayan cometido delitos violentos: "Queremos agradecer al presidente Trump por todo el trabajo duro que ha hecho para que Estados Unidos vuelva a ser un lugar seguro". Desde la llegada de Trump a la Casa Blanca, son comunes las redadas contra la migración y ya se planea un mega operativo en Los Ángeles considerada una ciudad santuario para las leyes migratorias.

Algunos migrantes ya se plantaron y pararon su actividad para mostrar la importancia en el funcionamiento y la economía del país. En Estados Unidos trabajan casi 30 millones de extranjeros, el 20% de toda la población activa. Y de ese total, poco más de 8 millones de trabajadores son extranjeros indocumentados. Sin los migrantes, fundamentales en sectores clave como la industria, la agricultura o la construcción, las consecuencias económicas para Estados Unidos serían devastadoras.