Los más de 3.600 ocupantes del 'World Dream' ponen pie en tierra firme de forma ordenada y con mascarilla obligatoria. Dejan atrás los camarotes en los que han pasado cuatro días de cuarentena. Ahora saben que no corren peligro.
En Japón, el 'Diamond Princess', de momento, sigue anclado. Con mensajes de apoyo les animan desde barcos vecinos. Allí suben a 64 los infectados. Con ellos, Japón roza ya el centenar.
La epidemia deja, solo en China, cerca de 37.200 casos confirmados. Las cifras no dejan de aumentar en países como Singapur, Malasia o Vietnam. El sábado fue el peor día, con 89 fallecidos en China. El coronavirus ya ha pasado las cifras de víctimas mortales del brote del SARS, en 2003, que se cobró la vida de 774 personas en más de 24 países.
En la provincia de Hubei reconocen que los suministros médicos escasean. Por eso, no deja de llegar ayuda. La OMS va a enviar una delegación de expertos. En el segundo hospital, que construyeron en tiempo récord, siguen llegando pacientes.
Mientras, en Europa, realizan pruebas médicas entre los compañeros de un niño de nueve años infectado en un resort de esquí, en Francia. Los padres de otros alumnos están preocupados porque sus hijos compartieron pupitre con uno de los cinco casos de británicos, que se confirmaban este sábado. "Si mi hijo está afectado quiero saberlo y hacer lo que haga falta", ha afirmado una mujer.
También último vuelo de Reino Unido con Wuhan. Llegan 200 ciudadanos británicos evacuados de la ciudad. Vuelven a casa para minimizar el riesgo de contagio de un virus que no deja de extenderse.