El expresidente Donald Trump ha comenzado a criticar al juez encargado de su caso, horas después de conocerse su imputación, asegurando que le "odia" y que ha sido en realidad elegido por los fiscales. En el post que acaba de escribir en su red Truth Social, Trump vuelve a insistir en que es víctima de una caza de brujas.
El exmandatario ha sido imputado por pagar de 130.000 dólares, que habrían sido recaudados en la campaña presidencial de 2016, a la actriz porno Stormy Daniels para presuntamente comprar su silencio para que no se hiciera pública su supuesta relación sexual.
Según él, esta persecución se ha vuelto a manifestar en la elección del juez Juan Manuel Marchan, que será quien primero vea su caso y le lea los cargos en su próxima comparecencia, previsiblemente el martes próximo. "El juez 'asignado' a mi caso de caza de brujas (...) ME ODIA", escribe con mayúsculas, volviendo a recordar que nunca antes se ha imputado a un expresidente del país.
Descalifica a Marchan por varias razones: "Ha sido elegido por Bragg y los fiscales y es la misma persona que se la jugó a mi anterior director financiero Allen Weisselberg para aceptar un acuerdo de culpabilidad (e ir) a prisión". Marchan "intimidó a Allen, algo que un juez no puede hacer", insiste Trump.
No aclara si se presentará
Allen Weisselberg fue condenado en enero a cinco meses de cárcel por el Tribunal Supremo del estado de Nueva York, una condena leve como resultado de su pacto con la Fiscalía. Esos cinco meses de prisión en la cárcel de Rikers Island -conocida por sus difíciles condiciones- podrían quedarse en solo cien días de cumplimiento efectivo si Weisselberg, de 75 años, demuestra buena conducta.
Hasta ahora, Trump no ha aclarado si piensa presentarse por su propio pie en el tribunal donde se le leerán los cargos, aunque una abogada de su equipo, Suzan R. Nechels, aseguró que se presentará el próximo martes y algunos de sus seguidores, como la congresista Marjorie Taylor Green, han anunciado su presencia en Nueva York para apoyarlo. Las invectivas de Trump contra el fiscal Alvin Bragg han sido constantes, calificándolo de "racista", de ser un instrumento del financiero Georges Soros y de odiar a Estados Unidos.