Tras años después, la OMS pide prepararse para una nueva pandemia: les preocupa el H5N1, el virus de la gripe aviar. No solo ha saltado a países donde nunca antes había estado, sino que además ha dejado de ser un virus estacional, y está permanentemente infectando.

Alertan , sobre todo, de los brotes en mamíferos, que podrían mezclarse y hacer que el virus se adapte para infectar más fácilmente a los humanos. En una declaración conjunta con la Agencia de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización Mundial de Salud Animal, señalan, que algunos mamíferos "pueden servir de recipientes en los cuales los (distintos) virus de la gripe pueden mezclarse, llevando al surgimiento de nuevos virus que pueden ser más perjudiciales para los animales y las personas".

"Los brotes actuales ya son un riesgo para la salud humana", explica a laSextaGraziella Almendral, divulgadora científica. Y es que cuando "tienes miles y miles de contagios en animales, animales tan cercanos al ser humano como son las mascotas, perros y gatos, tenemos una evolución de este virus que se nos ha ido de las manos".

Por eso, las organizaciones internacionales piden a todos los países que trabajen juntos y estén preparados, compartiendo toda la información sobre el virus en una base única. Porque entender cuál es la evolución y cómo se transforma puede ser clave.

Las cifras de la gripe aviar

Desde 2003, se han notificado a la OMS 868 casos de gripe aviar en humanos y 457 muertes, en 21 países. Este año, ya se han reportado brotes en animales en 14 países.

El primer linaje del virus H5N1 de la gripe aviar se identificó en 1996 y desde entonces ha causado varios brotes infecciosos entre aves. En 2020 una variante del virus causó un número importante de muertes entre aves de corral y silvestres en África, Asia y Europa, y luego se extendió hacia Norteamérica, Centroamérica y Sudamérica.

Un total de 67 países en los cinco continentes reportaron casos en 2022, con 131 millones aves domésticas muertas, sea por la enfermedad o porque tuvieron que ser sacrificadas, lo que ha afectado a numerosas comunidades que dependen de esta actividad económica.

Este año, otros catorce países reportaron brotes, sobre todo en América.