El director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, denunció este viernes ante el Consejo de Seguridad de la ONU la situación de la población en Gaza. Especialmente la de los niños. "Un niño muere cada diez minutos y nadie está a salvo en ningún lugar", denunció.
En Gaza, detalló, “los pasillos de los hospitales están abarrotados de heridos, enfermos y moribundos; las morgues están desbordadas; se hacen cirugías sin anestesia; decenas de miles de desplazados se refugian en hospitales; las familias desesperadas por comida y agua están hacinadas en escuelas superpobladas. Más de 10.800 personas han muerto hasta ahora, de ellas, cerca del 70% eran mujeres y niños”.
Del mismo modo, verificó que desde el inicio del conflicto han tenido lugar más de 250 ataques contra instalaciones sanitarias en la Franja de Gaza y Cisjordania. "Visité el hospital Al Shifa en Gaza cinco años atrás, en 2018", ha relatado ante el Consejo, agregando que "incluso entonces las condiciones para los trabajadores sanitarios eran extremadamente difíciles". Ahora, ha señalado, son "imposibles".
Tedros ha dicho que la semana pasada se produjeron cinco ataques contra cinco hospitales en un solo día, mientras que en las últimas 48 horas al menos cuatro hospitales han quedado fuera de servicio. "Mientras hablamos, hay informaciones de que se están produciendo ataques en el hospital Al Shifa y en el de Rantisi", ha agregado.
Por otro lado, ha indicado que la muerte de más de 1.400 israelíes es "incomprensible" y ha aseverado que "las consecuencias para la salud mental" de los supervivientes y víctimas por el conflicto entre Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) "perdurarán durante mucho tiempo".
De la misma forma, ha dicho sentirse "preocupado" por la salud y el bienestar de los rehenes retenidos por Hamás en la Franja de Gaza, muchos de los cuales son personas mayores, niños y personas con necesidades médicas urgentes.