La Organización Mundial de la Salud ha confirmado casos de abusos y explotación sexual por parte de empleados de la organización durante la crisis de ébola en República Democrática del Congo, algo que el director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha calificado como una "traición repugnante".
"Lo primero que quiero decir es a las víctimas y supervivienres de la explotación y el abuso sexuales descritos en el informe de la comisión. Lo siento. Lamento lo que les hicieron las personas que fueron empleadas por la OMS para servirles y protegerles", ha arrancado su intervención Tedros, para calificar estos actos de "imperdonables".
"Me cuesta encontrar las palabras para describir mis sentimientos cuando leí por primera vez el informe de la Comisión", ha lamentado. Asimismo, ha indicado que su principal prioridad es que los perpetradores "no sean excusados, sino que rindan cuentas", mientras que ha asumido "la responsabilidad última por el comportamiento de las personas empleadas por la OMS y por cualquier fallo en los sistemas que haya permitido este comportamiento", por lo que ha subrayado su "responsabilidad personal" de emprender cambios en la organización.
Tedros nombró en noviembre del año pasado a una comisión independiente para investigar las denuncias de explotación y abusos sexuales durante la respuesta de la OMS a la décima epidemia de ébola en las regiones de Kivu del Norte e Ituri. El informe del trabajo de esta comisión se ha publicado este martes, y tiene una "lectura desgarradora", ha precisado en una rueda de prensa el titular de la OMS.
La comisión ha identificado a casi 60 posibles víctimas de explotación y abuso sexuales -la mayoría mujeres de una edad media de 20 años-, y a 21 presuntos autores, que eran empleados de la OMS en el momento de los hechos, aunque las víctimas han proporcionado nombres de otros 62 abusadores que, por el momento, no han sido identificados. Para esos casos, la OMS ha contratado un servicio de investigación externo para evaluar qué pasos adicionales se requieren, ha indicado el responsable de la organización.
Los abusos se cometían, según concluye el informe, a mujeres de bajos niveles de ingreso y en una situación económica precaria, a quien se les prometía un empleo que, una vez habían dado su consentimiento a mantener relaciones sexuales, no se les otorgaba, mientras que algunas de las que ya tenían un puesto de trabajo eran obligadas por sus superiores a mantener relaciones sexuales para poder conservar el empleo. También se han constatado nueve casos de violaciones.
Cuatro de los perpetradores de los abusos todavía trabajaban para la OMS en el momento de conocerse las denuncias, pero sus contratos ya han sido rescindidos, y se ha prohibido a todos ellos trabajar en la OMS en el futuro. Además, se remitirán las denuncias a las autoridades de República Democrática del Congo para que sean investigadas, así como a los países de origen de los perpetradores.
Por otra parte, el informe ha detectado "negligencias" por parte de algunas personas en la gestión de algunos de los incidentes denunciados, algo que también está siendo investigado también a través de un servicio externo.
"En mi opinión, el hecho de que los empleados de la OMS no hayan respondido adecuadamente a las denuncias de explotación y abuso sexuales es tan grave como los hechos mismos", ha acusado Tedros. Por esto, dos funcionarios superiores están en licencia administrativa, mientras que las otras personas que puedan estar implicadas serán relevadas temporalmente hasta que se esclarezcan los hechos.
En este contexto, la OMS se someterá a una reforma general de las políticas y los procesos para abordar la explotación y el abuso sexuales, ya que el informe concluye que la agencia de la salud tiene "claros fallos estructurales y falta de preparación para gestionar los riesgos de incidentes de explotación y abuso sexual", mientras que también ha apuntado a "negligencia individual" y a un "equipo de respuesta predominantemente formado por hombres -un 73,4 por ciento-".