El comisionado general de la Agencia de la ONU para refugiados palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, ha afirmado este domingo que su personal "ya no puede brindar asistencia humanitaria" a los civiles en Gaza, debido al asedio impuesto por las autoridades israelíes al territorio palestino, controlado por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
"Mientras hablo con ustedes, Gaza se está quedando sin agua y electricidad. De hecho, Gaza está siendo estrangulada y parece que el mundo ahora mismo ha perdido su humanidad", ha explicado en una conferencia de prensa que ha convocado, según ha aseverado, "para dar la alarma". Lazzarini, que ha indicado que "pronto" los gazatíes se quedarán sin alimentos ni medicinas, ha recordado que Israel no ha permitido la entrada de "una sola gota de agua, ni un grano de trigo, ni un litro de combustible" durante los últimos ocho días".
Por ello, el número de personas que busca refugio en las instalaciones de la agencia en el sur del territorio "es absolutamente abrumador": "Ya no tenemos la capacidad para ocuparnos de ellos", ha remarcado, haciendo referencia al ultimátum israelí de abandonar el norte del enclave. "Ante nuestros ojos se está desarrollando una catástrofe humanitaria sin precedentes. Debemos recordar que ya antes de la guerra, Gaza ha estado bajo bloqueo durante 16 años y, básicamente, más del 60 por ciento de la población ya dependía de la asistencia alimentaria internacional", ha lamentado.
Se les priva de dignidad
Además, las condiciones sanitarias "son espantosas", ya que cientos de personas comparten un solo baño, mientras que los ancianos, menores, mujeres embarazadas y personas con discapacidad "se les está privando de su dignidad": "Esto es una vergüenza total", ha manifestado. "Esto no tiene ningún tipo de precedentes. Seguimos recordando que el Derecho Internacional Humanitario debe estar ahora en el centro de las preocupaciones. Las guerras, todas las guerras, incluso esta guerra, tienen leyes", ha indicado, antes de recordar que estas normas "establecen los estándares mínimos".
Así, ha subrayado que la protección de civiles --incluidos trabajadores humanitarios-- no es negociable y ha tachado de "horrendo" el ataque de las fuerzas armadas israelíes. "El ataque y la toma de rehenes son una violación flagrante del Derecho Internacional Humanitario, pero la respuesta al asesinato de civiles no puede ser matar más civiles", ha declarado. Mientras que ha pedido levantar el asedio "antes de que sea demasiado tarde", tras condenar la medida y calificarla de "castigo colectivo", ha reiterado que "todas las partes deben facilitar un corredor humanitario" para llegar a todos aquellos que necesitan ayuda.
"La UNRWA y las agencias de ayuda humanitaria deben poder hacer su trabajo y salvar vida. Debemos hacerlo de forma segura, sin arriesgar nuestras propias vidas", ha expresado Lazzarini, que ha señalado que la UNRWA recibe "cada hora más y más llamadas desesperadas pidiendo ayuda de personas de toda la Franja", pero ha señalado que la agencia ha perdido a 14 miembros de su personal y la mayoría de los empleados están desplazados o fuera de sus hogares.
La agencia recuerda que hace una semana que Israel no permite la entrada de suministros humanitarios en Gaza, donde la planta de agua y sus redes de distribución han dejado de funcionar, por lo que la población se ve obligada a utilizar agua sucia de pozos, con el consiguiente riesgo de enfermedades transmitidas por el agua. Gaza también sufre un apagón eléctrico desde el 11 de octubre, que también afecta al suministro de agua.