El texto, impulsado por los países árabes, recibió el apoyo de 120 Estados miembros, mientras que 8 votaron en contra y 45 se abstuvieron. Minutos antes, la Asamblea General había rechazado por un estrecho margen una enmienda estadounidense que condenaba a "Hamás por lanzar repetidamente cohetes hacia Israel y por incitar a la violencia a lo largo de la valla fronteriza (de Gaza), poniendo a los civiles en riesgo".
La enmienda de Estados Unidos recibió más votos a favor que en contra, pero no obtuvo la mayoría de dos tercios necesaria en estos casos para que pudiera salir adelante. La situación, inesperada, dejó unos confusos momentos en la Asamblea General, pues la delegación estadounidense defendía que la mayoría simple era suficiente, una postura que finalmente fue derrotada en otra apretada votación.
Decenas de países que apoyaron la resolución árabe estaban también a favor de la propuesta de Estados Unidos para señalar también a Hamás en el texto. A diferencia de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, las de la Asamblea General no son vinculantes y tiene mucho menos peso.
El texto llegó a este órgano después de que el pasado 1 de junio Estados Unidos vetase otro similar en el Consejo, lo que llevó a los países árabes a recurrir a la Asamblea, donde ningún Estado tiene derecho de veto. La resolución aprobada solicita al jefe de la ONU, António Guterres, que presente propuestas sobre posibles fórmulas para garantizar la seguridad de los civiles palestinos que viven bajo la ocupación israelí y, en concreto, sobre "un mecanismo de protección internacional".
A priori, sin embargo, la mayor parte de acciones en ese ámbito necesitarían un mandato del Consejo de Seguridad, por lo que Estados Unidos podría bloquearlas. "Necesitamos acción. Necesitamos protección de nuestra población civil", defendió antes de la votación el embajador palestino ante la ONU, Riyad Mansur.
La embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, denunció que la resolución es "totalmente parcial" y no ayuda en absoluto a avanzar hacia la paz en Oriente Medio. "Esta resolución exime completamente de responsabilidades a Hamás por los recientes disturbios.
Culpa de todo a Israel, pero los hechos cuentan una historia diferente", insistió. Mientras, el representante israelí, Danny Danon, aseguró que la resolución supone "un sello de aprobación para el terrorismo" y respalda a Hamás. Más de un centenar de palestinos han muerto en las protestas de la llamada Gran Marcha del Retorno, que comenzó el pasado 30 de marzo, y reclama el derecho al retorno de los refugiados palestinos.