La ONU ha acusado al ejército de Israel de haber irrumpido a la fuerza en una de sus bases en Líbano con dos tanques. Los acorazados, según relata un comunicado de la FINUL, destruyeron la puerta principal e ingresaron en la base, donde estuvieron 45 minutos.
Además, los militares de la misión de paz informaron de varios disparos a 100 metros al norte, que emitieron un humo que entró en las instalaciones y que afectó a quince efectivos. Entre los problemas que presentaron estaban la irritación en la piel y reacciones intestinales.
Por ello, la misión de la ONU recordó al ejército de Israel, "por cuarta vez en dos días", que entre sus obligaciones está la de "garantizar la protección y seguridad del personal y de los bienes de Naciones Unidas", y también respetar la resolución 1701, del año 2006, del Consejo de Seguridad y la Línea Azul, la demarcación entre Líbano e Israel que se estableció por la ONU en el 2000.
El ataque se produjo el mismo día en el que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, acusó a los soldados de la FINUL de ser "escudos humanos" de Hizbulá.
Hizbulá, contra soldados israelíes infiltrados
El grupo libanés chií Hizbulá afirmó de que sus combatientes se enfrentan con soldados israelíes que intentaron infiltrar en una aldea del sur del Líbano, y provocaron "muertos y heridos" entre ellos. En un comunicado, la formación proiraní aseguró que sus combatientes "hicieron estallar una carga explosiva en un grupo de soldados del enemigo israelí y se enfrentaron con ellos cuando intentaban infiltrarse a la zona de Tel Al Meddawar, en la localidad de Ramiyeh".
"Sus miembros cayeron entre muertos y heridos y los enfrentamientos aún continúan con armas medianas y ametralladoras", añadió, mientras que Israel no ha reaccionado aún a esas afirmaciones de Hizbulá, que reivindicó varios ataques con "andanadas" de proyectiles y "misiles guiados" contra posiciones de soldados israelíes en varios puntos al otro lado de la frontera compartida.
Varios miembros de la Cruz Roja, heridos en los ataques de Israel
Por otro lado, la Cruz Roja Libanesa denunció que varios de sus miembros resultaron levemente heridos cuando la aviación israelí bombardeó por segunda vez una vivienda en el sur de Líbano, a donde habían llegado para ayudar a eventuales víctimas del primer ataque.
Más de un centenar de paramédicos han sido asesinados por los bombardeos israelíes en un año de conflicto, la gran mayoría durante las últimas semanas de campaña por la que más de 2.200 personas han muerto y que ha desplazado a más de 1,2 millones de personas.
En esta línea, la Agencia Nacional de Noticias libanesa (ANN) reportó al menos cuarto muertos en un bombardeo israelí contra una mezquita centenaria ubicada en la localidad de Kafr Tibnit, también en el sur del país, y que quedó completamente destruida.
Israel prosiguió con su campaña de bombardeos contra diferentes puntos del Líbano, que se concentra principalmente en el sur, el este y los suburbios sur de Beirut conocidos como el Dahye, desde donde se han desplazado cientos de miles de personas desde el inicio de estos ataques a finales de septiembre.