Con Oriente Próximo convertido en un polvorín, el conflicto en Gaza, Ucrania... La pregunta es inevitable: ¿sigue siendo la ONU un organismo eficaz y relevante? La ultima crítica esta misma tarde, en la Asamblea de Naciones Unidas. El presidente de Brasil, Lula da Silva, ha denunciado que la ONU cada vez está más vacía y paralizada.

La reunión de líderes mundiales en la sede de Naciones Unidas ha tenido como tema casi unánime la situación en Oriente Próximo Y también la crítica hacia la propia organización ha sido constante. "Necesitamos mayores esfuerzos colectivos para prevenir y poner fin a los conflictos", ha dejado caer David Lammy, ministro de Exteriores de Reino Unido. Aunque no ha sido el único.

"El sistema de las Naciones Unidas está muriendo, la verdad está muriendo", ha manifestado Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía. El propio Secretario General de la ONU reconoce el momento insostenible a nivel mundial y sus dificultades para hacerle frente: "El nivel de impunidad en el mundo es políticamente indefendible y moralmente intolerable".

Pero la realidad es que este foro mundial no ha sido capaz de frenar los últimos conflictos como Sudán o Ucrania. Y ni mucho menos está poniendo coto a las hostilidades israelíes, a pesar de que reconocen tener mecanismos para hacerlo

Pero el bloqueo sistemático de miembros permanentes como Rusia o Estados Unidos, utilizando su derecho a veto en esos consejos de seguridad, acaba en inoperancia. Y sus misiones de paz se ven limitadas, como por ejemplo la enviada a Líbano. Lo que pone en tela de juicio la eficacia de las Naciones Unidas para actuar en los conflictos mundiales.