Tras más de 24 horas de huida, Antonio Ledezma llegaba a las siete de la mañana a España. Se fundía en un abrazo con su mujer y sus hijas, que le esperaban en el aeropuerto de Barajas, junto a decenas de seguidores. Nada más llegar, ha lanzado el primer dardo desde el exilio: "Venezuela no es que esté al borde del abismo, es que está metido en el abismo. Estamos hablando de una narcodictadura".
El opositor venezolano pasó el jueves el control rutinario al que era sometido cada mañana en su casa como parte de su arresto domiciliario. Nada hacía sospechar que justo después emprendería su huida: "Viviendo como en una película de James Bond hice este recorrido de más de 24 horas, pasando 29 puntos de control. Llego a España y me siento libre".
En ese periplo recorrió más de 15 horas por carretera hasta llegar a Colombia. No hay ninguna orden internacional contra él así que pudo entrar en este país sin problemas y ya fuera de Venezuela dejaba claras sus intenciones: "Una odisea, voy a defender la libertad de Venezuela". Después, se subió a un vuelo comercial que le llevó hasta Madrid.
A partir de ahora hará oposición desde el extranjero: "Voy a contribuir en el exilio a hacer una extensión de la esperanza de los venezolanos de salir de este régimen". Desde Caracas, Maduro imprime ironía y le envía un mensaje: "Se va el vampiro, protegido, .dicen que a España, a vivir la gran vida, compadre, a ir a tomar vino a la Gran Vía. Quedó pendiente lo que tú sabes". El propio Ledezma ha confirmado a laSexta que no va a pedir asilo político en España.