La directora ejecutiva de Oxfam Internacional, Winnie Byanyima, ha informado de que la ONG ha aprobado "un plan de acción integral para fortalecer sus sistemas de protección en toda la organización con el objetivo de poner fin al acoso y al abuso". Entre las medidas previstas destaca la creación de una Comisión de Alto Nivel sobre Malas Conductas Sexuales, Rendición de Cuentas y Cambio Cultural que estará formada por expertas en la defensa de los derechos de las mujeres y actuará de forma independiente. "Hemos pedido a reputadas expertas en la defensa de los derechos de las mujeres que lideren una comisión independiente que analice en profundidad y detalle nuestro funcionamiento y nos diga qué debemos cambiar de nuestra cultura y nuestras prácticas", ha dicho Byanyima.
La Comisión tendrá acceso a todos los registros de Oxfam y podrá entrevistar a los miembros de su personal, sus organizaciones socias y las comunidades a las que presta apoyo en todo el mundo para poder realizar "una amplia evaluación". Parte de su trabajo, ha explicado la ONG en un comunicado, consistirá en "crear tan pronto como sea posible un registro histórico de todos los casos de mala conducta sexual y abuso de poder que, una vez completado, se hará público". Oxfam también ha acordado "la creación inmediata de una base de datos global de personas acreditadas para proporcionar referencias con el objetivo de poner fin a la falsificación o uso deshonesto o poco fiable de referencias por parte de miembros actuales o anteriores de su personal".
Además, como medida urgente, ha autorizado "la asignación inmediata de fondos y recursos a los protocolos de protección, duplicando durante las próximas semanas el número de personal que trabaja en este ámbito y triplicando los fondos destinados anualmente a esta labor, hasta algo más de un millón de dólares". La filial española, Oxfam Intermón, ya anunció el jueves una batería de medidas "para actuar de forma aún más contundente contra el acoso y el abuso sexual en los países donde tiene contratado personal, incluida España". En este sentido, "se mostró dispuesta a abrir contactos con otras organizaciones humanitarias españolas para coordinar posibles medidas sectoriales para prevenir que los perpetradores continúen trabajando".
Oxfam ha reiterado así su deseo de "garantizar que ninguna persona es víctima del sexismo, la discriminación o el abuso, que todas las personas, especialmente las mujeres, se sientan libres de denunciar malas conductas, y que todos los miembros de su personal tengan claro qué comportamientos son aceptables y cuáles no". La tormenta se originó la semana pasada por un reportaje de 'The Times' en el que revelaba que siete trabajadores de la misión que Oxfam desplegó en Haití tras el devastador terremoto de 2010, entre ellos su jefe, Roland van Hauwermeiren, contrataron los servicios de prostitutas --algunas menores de edad-- con el dinero de la organización.
Esta semana la polémica ha engordado por nuevas informaciones que señalan también a los trabajadores de la ONG en otros países de América Latina, así como en Asia y Chad, y por la detención del presidente de Oxfam Internacional, Juan Alberto Fuentes, por corrupción en Guatemala en relación con su etapa como ministro de Finanzas. "Lo ocurrido en Haití y posteriormente es una mancha en la reputación de Oxfam de la que, indudablemente nos avergonzaremos durante años. Como decimos en mi idioma: 'Okuruga ahamutima gwangye, mutusaasire' (perdón desde el fondo de mi corazón)", ha recalcado Byanyima. Pero "las palabras no son suficientes", ha admitido.
La directora ejecutiva se ha comprometido a publicar la investigación interna sobre Haití, "tan pronto como se haya asegurado de haber tomado las medidas necesarias para proteger la identidad de los testigos y de otras personas inocentes", y ha indicado que los nombres de los responsables de tales abusos ya han sido comunicados a las autoridades haitianas. Byanyima ha apuntado que "ahora mismo las dos principales prioridades de Oxfam son continuar proporcionando apoyo a los millones de personas en situación de vulnerabilidad con las que trabaja en todo el mundo y aprender de sus errores pasados para garantizar que no se vuelva a producir ningún caso de abuso o explotación".
"Tenemos el firme compromiso de asegurar justicia a las supervivientes de abusos y de garantizar que todas las personas con las que trabajamos, así como todos los miembros de nuestro personal y de nuestro voluntariado, estén protegidos frente a cualquier tipo de abuso, ahora y en el futuro", ha afirmado. Sin embargo, ha subrayado que ninguna ONG puede abordar estos problemas en solitario. "Debemos trabajar con los gobiernos, las autoridades reguladoras, organizaciones de defensa de los derechos de las mujeres y otras personas del sector para implementar reformas urgentes", ha considerado.