Padre e hija logran abrazarse. Para ello han tenido que pasar casi dos años. Él acaba de recuperar la libertad, después de que las autoridades rusas lo condenaran por un dibujo que su hija Masha, de 13 años, hizo contra la guerra en Ucrania. Ahora, Alexei, asegura que lo han torturado hasta el último minuto

Tal y como se observa en las imágenes sobre estas líneas, Masha aparece emocionada cuando se abraza por fin a su padre y es que se solo se tienen el uno al otro. Tras pasar separados un año y nueve meses, Masha no puede dejar de sentirse culpable por el dibujo que hizo en abril de 2022 en el que se ve a una madre protegiendo a sus hijos de los misiles rusos.

A esta ilustración, se suman sus publicaciones contra la guerra en las redes sociales. Todo ello desató la cólera de Kremlin que persiguió, juzgó y encarceló a su padre Alexei. Según relata, el sitio en el que se encontraba era "una celda castigo, una cámara de tortura".

A ello se debe el gran cambio físico de Alexei en solo dos años. Tiempo que ha pasado en una celda de apenas dos metros cuadrados, con dos personas dentro y muchos parásitos. "El suelo estaba podrido, había ratas por todas partes, venían de las alcantarillas y por todas partes, ratas enormes", relata.

Incluso, el régimen de Vladimir Putin secuestró a su Masha varias veces para interrogarla tras entrar en su casa. De hecho, terminaron por encerrarla en un orfanato del que ahora ha podido salir y, por fin, reencontrarse con su padre.