Israel ha vuelto a bombardear un campo de refugiados en Gaza, esta vez ha sido el de Nuseirat, en el centro de la Franja, causando la muerte, entre otros, de 14 miembros de una familia palestina.
Es la misma familia que hace justo 24 años, el 30 de septiembre del 2000, sufrió el asesinato de Mohammed Al-Durrah, un niño de 12 años que fue alcanzado por un disparo en un fuego cruzado mientras su padre, Jamal, suplicaba a los militares israelíes que no les disparasen.
La crueldad de las imágenes hicieron que diesen la vuelta al mundo. Hoy, la misma familia ha vuelto a ser víctima de la barbarie israelí. "No estaban haciendo nada, solo estaban durmiendo", explica entre lágrimas Umm Al-Durrah, superviviende del ataque.