Wuerl, de 77 años, quien fue obispo de Pittsburgh entre 1988 y 2006, ha estado bajo escrutinio por su manejo de casos de abuso sexual durante ese período.
"Una vez más, por cualquier error en juicios pasados, me disculpo y pido perdón. Mi renuncia es una forma de expresar mi gran y perdurable amor por ustedes, la gente de la Iglesia de Washington", ha señalado Wuerl en un comunicado publicado en la web del arzobispado de Washington.
Por su parte, el Papa, en una carta fechada este 12 de octubre, ha afirmado ser "consciente" de que esta solicitud se basa "en dos pilares que han marcado y continúan marcando" el ministerio de Wuerl. "El de buscar en todas las cosas la mayor gloria de Dios y el de procurar el bien de las personas confiadas a tu cuidado", ha aseverado.