En la guerra que ha iniciado el presidente de Rusia, Vladímir Putin, contra Ucrania, hay otro país que parece jugar un papel fundamental en este conflicto: Bielorrusia. Pero la duda, en este caso, es: ¿de qué parte está este país? ¿Está su presidente, Aleksander Lukashenko, trabajando por el fin del conflicto entre los dos estados o está apoyando las intervenciones militares de las tropas rusas en el territorio ucraniano? Lo cierto es que, tras seis días de conflicto armado, todavía no queda del todo clara su posición, aunque sí ha dejado entrever su cercanía con Putin.

De forma pública, Lukashenko ha rechazado este martes -y de nuevo- la posibilidad de que el Ejército bielorruso participe en el conflicto ruso-ucraniano: "Nuestras tropas no han tomado parte en las hostilidades ni va a hacerlo. No vamos a participar en la operación especial en Ucrania. No hay necesidad de ello", ha asegurado el líder bielorruso al término de una reunión conjunta del Consejo de Seguridad y el Consejo de Ministros. No obstante, ha aclarado que se ha reforzado con cinco batallones más la frontera occidental y que ha puesto en alerta las defensas antiaéreas "para impedir posibles ataques por la espalda contra las fuerzas rusas".

"No podemos hacerlo de otra manera. Siempre esperamos provocaciones de los socios occidentales. En lo político, en lo económico y en el terreno militar", ha precisado. Y en esta línea, ha dejado más clara aún su postura a la hora de afirmar que la situación actual "es consecuencia directa de la política irracional de Occidente, dirigida a imponer sus intereses y dañar la seguridad de otros". ¿Sus argumentos? "El total desprecio de Occidente por el sistema de seguridad, el equilibrio del sistema de controles y equilibrios que se lograron con dificultad después del colapso de la Unión Soviética".

A pesar de estas declaraciones, Lukashenko ha vuelto a asegurar que mantienen una posición en favor del cese de las hostilidades, aunque con dardos: "Incluso antes del inicio de las acciones militares, nosotros propusimos a los colegas ucranianos que establecieran contacto directo con la parte rusa. Estábamos dispuestos a prestar la ayuda necesaria para esto. Pero nuestra propuesta fue ignorada". Lo cierto es que Rusia y Ucrania celebraron este lunes una primera ronda de negociaciones para tratar de buscar un cese de hostilidades en la región bielorrusa de Gómel, junto a la frontera ucraniana.

De hecho, este mismo martes, Lukashenko ha descrito a los negociadores rusos y ucranianos que se reunieron en Pripyat como "geniales" y ha señalado que "hicieron más de lo posible". Así, ha dicho sentirse "cautelosamente optimista" por los resultados de las conversaciones: "Si cuentas cómo organizamos estas negociaciones, es todo un thriller", ha aseverado el presidente bielorruso, que ha indicado que las partes han acordado seguir dialogando.

¿Han entrado tropas bielorrusas en Ucrania?

En línea con lo expresado anteriormente por el presidente bielorruso, el Ministerio de Defensa garantizó también este lunes que sus tropas no están inmersas en ningún tipo de operación especial en Ucrania y ha defendido que cualquier movimiento de sus tropas está relacionado con el "plan de entrenamiento" del Ejército fijado para este año. No lo ve así, sin embargo, Ucrania, cuyo presidente, Volodímir Zelenski, ha acusado a Bielorrusia recientemente de moverse contra ellos y de haber llevado a cabo lanzamientos de misiles hacia ciudades ucranianas.

Vitaly Kirillov, representante del departamento ucraniano de las fuerzas de defensa norte, ha alertado de que las tropas bielorrusas habrían entrado contra todo pronóstico en la región de Chernígov a pesar de la insistencia de Lukashenko en mantenerse al margen de la invasión. De momento no parece haber una confirmación oficial, aunque los residentes de las zonas de Slabin, Pakul y Mijailo-Kotsiubinski han informado del movimiento de tropas y equipos militares.

Se informa además de que una columna de militares bielorrusos formada por 33 unidades habría entrado en la zona con 11 BM-21, también conocidos como 'Grad', el sistema múltiple de lanzamiento de cohetes soviético. Horas después, el Departamento de Defensa de Ucrania ha asegurado a través de redes sociales que Rusia está preparando una provocación deliberada para justificar la introducción de tropas bielorrusas. "Según la inteligencia disponible, ahora hay alrededor de 300 tanques bielorrusos cerca de la frontera entre Bielorrusia y Ucrania".

Finalmente, y no menos importante, cabe destacar que Bielorrusia votó este domingo por un cambio en su Constitución que facilita el camino para recuperar el control sobre armas nucleares. En esta ocasión, Lukashenko también advirtió a occidente a su salida de una sede electoral: "Si transfieren armas nucleares a Polonia o Lituania, a nuestras fronteras, entonces recurriré a Putin para recuperar las armas nucleares que entregué sin condiciones en 1994".