China ya no quiere nuestra basura. "Hasta ahora, prácticamente todo el mundo occidental vendía una parte especialmente de plástico papel y carton y otros derivados de los residuos a China", explica Miguel Aguado Arnáez, director Consultora B LEAF.
Compraba estos residuos para reutilizarlos y compensar su falta de materias primas. Una nueva ley prohíbe la importación de estos residuos al país asiático. Intentan reducir la contaminación que se genera al reciclar.
"Había componentes tóxicos, había un riesgo en su trabajo y sobretodo una parte importante que volvía a vertederos. China quiere evitar esa ocupación de vertederos, quiere proteger su entorno", añade Aguado.
En España, exportábamos grandes cantidades de plástico y muchos otros materiales al País oriental. Del papel y cartón que exportamos en 2016, más del 70% fue a parar allí.
Ahora, tendremos que llevarla a otros países o tratarla aquí en las plantas de gestión de residuos existentes. Para la Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje esta medida es positiva pero cree que China ha puesto unas condiciones poco realistas.
"Queremos que sean restrictivos porque queremos ayudar a la protección del medio ambiente y nosotros ya mandamos y exportamos materias primas secundarias que se han tratado y que tienen una pureza muy elevada pero queremos unos límites realistas", asegura Alicia García-Franco, directora general de FER.
Quedarnos con nuestra basura no debería suponer un problema grave, siempre y cuando se tomen medidas a tiempo. "En el caso de plásticos hay que innovar mucho para llegar a esos grados de pureza del material o de separación", añade García-Franco.
Según el Ministerio de Medio Ambiente, la medida adoptada por China será beneficiosa para España, ya que fomentará la industria del reciclaje y la economía circular.