Unas 38 parejas gays se casaron en una boda colectiva en Sao Paulo, la mayor ciudad de Brasil, por "miedo" a las posibles consecuencias que pueda traer la llegada del presidente electo, el ultraderechista Jair Bolsonaro, al poder.
Con la marcha nupcial de fondo y lanzamiento de arroz a la salida, las parejas homosexuales, de diferentes edades, se dieron el "sí quiero" en una ceremonia civil celebrada en un centro cultural en el corazón de la capital paulista.
El acto fue una iniciativa de Casa 1, una ONG que acoge a personas del colectivo LGTBI en situación de riesgo y que ayudó a estas parejas, de baja renta en su mayoría, a casarse a través de una campaña de financiación popular que recaudó cerca de 50.000 reales (unos 13.000 dólares).
En una entrevista de 2011, el mandatario electo afirmó que "sería incapaz de amar a un hijo homosexual" y que, de ser así, le preferiría muerto "en un accidente" antes que verle con otro hombre. No obstante, Bolsonaro se comprometió en un acto a gobernar para "todos los brasileños, sin prejuicios de sexo, raza o religión".